Un lector de La Opinión Austral se comunicó para dar a conocer una curiosa experiencia que le tocó vivir cuando estaba pasando la tarde del domingo a pleno sol en Punta Loyola, a 37 kilómetros de Río Gallegos.

Según comentó, estaba cerca del histórico barco Marjory Glen y cuando se acercó al borde costero divisó que la marea traía un extraño elemento hacia tierra firme. En cada choque de las olas, que según el vecino eran grandes, se veía cada vez mejor lo que el agua estaba trayendo.

Para su sorpresa, era una estatua de la Virgen María, pero sin la cabeza. Por los detalles del velo y el corazón con el fuego y la corona de espinas talladas en la escultura, parecía tratarse de una estatua del Inmaculado Corazón de María.

“No se cómo ni de dónde habrá venido”, comentó el hombre, que prefirió que no se revele su identidad. Una vez que la estatua estaba casi fuera del agua, la sacó y le tomó fotos, esperando conocer la historia detrás del hallazgo.

Por otro lado, contó que cerca de este lugar encontró otra estatuilla de la Virgen, también de gran tamaño. El gran misterio ahora es: ¿Cómo llegaron ahí?

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