“Lamentamos mucho informar que diego falleció esta mañana. No resistió. La peleaste hasta el final, te convertiste en un guerrero inmortal. Por siempre te vamos a llevar en nuestros corazones. Siempre vas a estar presente en todos nosotros, en todo lo que generaste en nuestras vidas, en lo que cambiaste en nosotros, en lo que va a perdurar tu nombre por siempre en todos. Descansa en paz querido Diego”, anunciaron desde la cuenta oficial de la banda ZEPHYROS power metal de Río Gallegos.

Diego Vargas se descompensó luego de presentarse en el Anfiteatro del Bosque. En el Samic le diagnosticaron neumonía severa y fue trasladado de emergencia a Río Gallegos donde quedó internado en Terapia Intensiva.

Diego tenía 43 años y era papá de un niño. Sus compañeros lo definían como un hombre muy laburador con muchísimos proyectos por delante y uno de los motores de la banda. “Siempre tirando para adelante día a día con muchísima buena onda y motivación”, destacaron.

El lunes 13 de febrero, Diego se presentó con su banda en la segunda fecha de la Fiesta del Lago de El Calafate. Era el primer show del grupo fuera de la capital santacruceña y los músicos lo vivieron con mucha emoción.

Todo marchaba bien, pero poco después de tocar en el Anfiteatro del Bosque, el bajista comenzó a sentirse mal y debieron llevarlo al Samic. Allí, le realizaron estudios y le diagnosticaron neumonía severa.

Desde ese día, quedó internado con diagnóstico reservado y grave. De a poco los doctores fueron dando los partes y luego de una semana mostró una leve mejoría.
Fernando Ojeda, amigo y compañero de banda, conversó con LU12 AM680 y contó que una semana antes de su muerte los médicos habían descubierto que Diego tenía una masa en el pulmón derecho y esperaban el resultado de la biopsia.

Además, indicó que el día previo a la presentación en El Calafate, el músico tenía algunos problemas para respirar pero pensaban que era por su ansiedad y recientes ataques de pánico. “Lo estaba tratando, se estaba medicando”, señaló.

El día del show, dijo que tenía mucho frío, pero como estaba fresco no le dimos mucha importancia. Tocamos, y siempre hacemos una puesta en escena como que nos empujamos. Yo lo empuje, pero no me respondió, eso fue raro”.

Al otro día, cuando se despertó tenía fiebre y deliraba. “Dijo que había cenado las pizzas que quedaron en el horno, pero sólo había algunas empanadas. Ahí le dije, ‘vamos al hospital”.

Llegó al Samic con 40º de fiebre, lo atendieron de urgencia y corroboraron que tenía una neumonía muy severa.

Fernando detalló que durante el viaje desde la casa donde se estaban quedando hasta el centro medico, tuvieron un percance con un patrullero y que, finalmente, un policía los acompañó hasta el hospital.

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