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En enero de 2025, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la Canasta Básica alimentaria (CBA) en Argentina era de $449.314. Esta es una forma que tiene el Gobierno para delimitar la cantidad de dinero que se necesita para no caer debajo de la línea de la indigencia.
Con una inflación que, según el INDEC, está en baja desde la asunción del actual Gobierno, tanto comerciantes como consumidores especulan a la hora de vender o comprar diferentes alimentos y, como se sabe, con la llegada de las vacaciones de verano, el flujo de personas dispuestas a comprar disminuye.
Esto quedó en evidencia tras un relevamiento que realizó La Opinión Austral, en la que se pudo observar que locales comerciales pequeños de Río Gallegos han realizado un esfuerzo con el fin de mantener los precios con el fin de captar a consumidores.
Los precios de alimentos de la Canasta Básica rondan en, por ejemplo: fideos a 2000 pesos, el litro de leche entre 1800 y 2600. El kilo de pan es el que tiene un rango más ancho que va desde los 3400 a los 4500, dependiendo de cada barrio.
El fenómeno que preocupa de ambos lados del mostrador es algo básico como la oferta y la demanda. Los comerciantes mantienen los precios debido a la baja del consumo y los compradores buscan lugares donde conseguir los alimentos más baratos.
Pese a eso, hay muestras de compromiso con los clientes como, por ejemplo, el de Matías, un carnicero que trabaja en un comercio de la avenida Juan Domingo Perón que dialogó con el móvil de exteriores de LU12 AM680 y, en una entrevista que está disponible en laopinionaustral.com.ar indicó: “Hubo aumentos pero mantenemos los precios como por ejemplo en osobuco o costeletas” y expresó que si bien algunas cosas aumentaron: “Nosotros nos mantuvimos al margen, tratamos de mantener los precios anteriores con sumas pequeñas como de 500 o 1000 pesos nada más. Nosotros tratamos de ser positivos. Sabemos que va a volver a aumentar pero vamos a seguir dándole ofertas porque la gente es la que nos da de comer” expresó a la Decana de la Patagonia.
Por otro lado, Yoselin, comerciante del Barrio Belgrano, dijo que, en enero, “las ventas bajaron un poco, más que nada en la mañana. Recién se vende a la noche. Tratamos de mantener los precios bajos porque el consumo ha bajado”
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