Your browser doesn’t support HTML5 audio

En un domingo marcado por el tradicional izamiento dominical en Río Gallegos, una figura se alzó con la sencillez y la profunda emoción que solo la auténtica devoción puede inspirar. Se trata de Beatriz Peralta, una vecina de 78 años, cuya voz resonó con un poema dedicado al General José de San Martín, un tributo que no solo conmovió a los presentes, sino que también desnudó una vida entera de patriotismo y admiración por el Padre de la Patria. La historia de la señora Peralta, que se remonta a su niñez y a un “diez” escolar, es un recordatorio palpable de que el sentimiento nacional aún late con fuerza en el corazón de muchos argentinos.
Para Beatriz, cada ocasión de recitar este poema es “siempre una emoción“. La conexión con la figura del Libertador se forjó en su más tierna infancia, tal como ella misma lo expresó en declaraciones al móvil de exteriores de LU12 AM680: “Desde chica siempre me gustó”.

Su apego a San Martín es tan profundo que lo describe, sin dudar, como su “prócer preferido”. El poema en cuestión tiene una génesis particular y entrañable: fue el resultado de un concurso de composiciones que tuvo lugar cuando ella cursaba el sexto grado en su pueblo natal, Las Heras cuando tenía apenas doce años. La recompensa para la escuela, en aquel entonces, era ni más ni menos que una bandera y un retrato del General. La señora Peralta no solo participó, sino que su composición obtuvo la máxima calificación: “saqué un diez en la composición“.
Con la sabiduría que solo los años y la experiencia otorgan, Beatriz Peralta reflexionó sobre el presente de la Nación. Al imaginar qué pensaría el General San Martín sobre la Argentina actual, su respuesta fue contundente, aunque teñida de la frustración que muchos compatriotas sienten: “Y yo creo que agarraría a ese que está primero y lo mandaría a… no sé”. Sin embargo, su espíritu no se rinde y mantiene la esperanza de una “salida”, un anhelo de mejora que emana de los sentimientos más “sanos” según dijo en declaraciones a la Decana de la Patagonia.

Para ella, actos como el de recitar su poema son un valioso “granito de arena de mantener el sentimiento nacional”.

Las nuevas generaciones

Una de sus mayores preocupaciones es la desconexión de las nuevas generaciones con la historia argentina. “Yo incluso lo veo en mis nietos, nietas, que no le gusta la historia”, se lamentó. No obstante, lejos de claudicar, busca transmitirles ese amor por el pasado, como lo hizo recientemente con una de sus nietas, a quien le recitó el poema, despertando incluso la idea de llevarla a la escuela para que lo comparta.

Beatriz durante su alocución. (FOTO: JUAN PALACIOS/LA OPINIÓN AUSTRAL)

“Para mí es un orgullo personal porque yo he leído toda la historia de San Martín”, afirmó destacando con especial admiración el heroísmo de San Martín, quien “cuando cruzó la cordillera iba enfermo y así todo salvó a Argentina, Chile y Perú“.
La emoción de Beatriz es palpable, y su gesto, aunque íntimo, resuena como un eco de la voz de la patria. Sus palabras finales, cargadas de anhelo y esperanza, encapsulan el sentir de muchos que, como ella, desean un futuro mejor para la Argentina: “Así que bueno, una gran alegría, viva la patria y que todo ande mejor”.

En la figura de Beatriz Peralta, con sus 78 años de vida y su memoria lúcida, encontramos a una guardiana de la historia y un faro que ilumina la importancia de mantener viva la llama del patriotismo y el amor por nuestra tierra, un legado que, como su poema, merece ser recordado y valorado por siempre.

EN ESTA NOTA San Martin

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios