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Los incendios forestales que azotan Río Negro causaron estragos en la región, con múltiples focos activos que han devastado más de 3.000 hectáreas. Entre las zonas más afectadas se encuentran El Bolsón y El Manso, donde el fuego ha consumido bosques nativos y ha puesto en peligro a cientos de personas. En medio de esta crisis, Alfonso Naish, piloto de helicóptero hidrante, se convirtió en un héroe al realizar un arriesgado rescate de ocho personas atrapadas en el Cajón del Azul.

Mientras trabajaba en la extinción del fuego en El Manso, Naish recibió una llamada del policía de montaña Ignacio Cosio, quien le informó sobre cinco personas, entre ellas tres mujeres y dos niños, que necesitaban ser evacuadas urgentemente. Sin embargo, el denso humo impedía el acceso por la ruta habitual. “Nos fuimos hasta la montaña del borde con la frontera de Chile y empezamos a volar entre medio de las montañas y los valles”, relató Naish a DNews sobre la maniobra que permitió llegar al punto de rescate.

Cuando logró aterrizar y subir a los cinco pasajeros a bordo, Cosio le informó que había tres personas más esperando ayuda. Conscientes de que no podrían regresar, tomaron la decisión de acomodar a los niños en las faldas de sus mamás para liberar asientos y poder evacuar al total de ocho personas en un solo vuelo. “La situación ameritaba poder sacar lo máximo que pudiéramos, porque no sabíamos si podríamos ingresar nuevamente a buscarlas”, explicó el piloto.

Alfonso con los ocho pasajeros que rescató a bordo del helicóptero.

El Bell 429: tecnología de primer nivel en la lucha contra el fuego

El helicóptero utilizado en la operación de rescate fue un Bell 429 bimotor, una aeronave de última generación que permite maniobras seguras en condiciones extremas. “Es un helicóptero de primer mundo, con mucha potencia, que puede operar con un solo motor y adaptarse a situaciones de emergencia como esta”, detalló Naish. Gracias a su tecnología avanzada, el piloto pudo sortear las dificultades del terreno y las adversas condiciones meteorológicas para completar con éxito el rescate.

Una lucha diaria contra el fuego

Desde el inicio de febrero, Naish y su equipo han realizado más de 40.000 litros de descargas diarias en distintos focos de incendio. “Somos varios los que estamos aportando nuestro granito de arena. En El Bolsón hay aproximadamente dos aviones y dos helicópteros, y en la zona de El Manso hay otro helicóptero y otro avión más”, comentó.

A pesar de sus esfuerzos, el piloto lamenta la magnitud de la tragedia. “Es desolador ver cómo se queman las casas, los bosques nativos de cientos de miles de años y cómo hay personas que lo pierden todo, gente muy carenciada también que no sabemos cómo se va a recuperar”, expresó con tristeza.

Un llamado a la conciencia

Para Naish, la frecuencia e intensidad de los incendios han aumentado con los años, algo que atribuye a la falta de conciencia y prevención.

“Nosotros fuimos la primera tanda de pilotos que empezaron a pagar incendios en Argentina con helicópteros. Tuvimos la instrucción por parte de Estados Unidos y compramos todo el equipamiento a través de las Fuerzas Armadas porque estuve en la Fuerza Aérea más de 20 años y en ese momento los incendios se producían básicamente por un rayo o algún descuido, pero últimamente los incendios han tomado más preponderancia, son más frecuentes y hay más cantidad de hectáreas quemadas. Desde 1998 hasta hoy, los incendios han crecido en cantidad y nos preguntamos por qué no hemos podido mejorar el sistema de prevención y respuesta. Es realmente triste esta situación, que la gente no tome conciencia o que haya alguien que lo hace de forma intencional”, reflexionó.

La valentía de Alfonso Naish y su equipo es un ejemplo de compromiso y entrega en la lucha contra los incendios forestales. Sin embargo, el esfuerzo de los pilotos, bomberos y rescatistas no es suficiente si la gente no toma conciencia y se toman medidas para prevenir futuras tragedias.

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