El realizador audiovisual Alejandro Foschi presentará el ciclo “Cortos con Celular” en el auditorio del Complejo Cultural Santa Cruz. Será este jueves 29 de diciembre, con entrada libre y gratuita, a partir de las 20 horas.
El ciclo “Cortos con Celular” incluye tres producciones: “Adán”; “Adán & Eva”, con Walter Ludueña y Bella Ludueña; y “El último juego”, con Valeria Paredes, Daniela Reyna y Laura Pizzo.
“No sabíamos qué nombre ponerle, fue ese porque es lo que utilizamos para hacer este trabajo”, dijo Foschi en diálogo con Radio LU12 AM680, y explicó cómo fue que se le ocurrió realizar un trabajo solo con celulares.
“Uno siempre tiene un celular, se hacen selfis o se sacan fotos en un cumpleaños, pero nunca los usamos al 100 por ciento. Fue nuestra propuesta del comienzo: qué tanto podemos hacer con el teléfono”, sostuvo y agregó: “La idea era uno, pero terminamos haciendo tres. En todas las pruebas que hicimos, accidentalmente creamos otro trabajo. Mientras trabajamos con la pre-producción filmamos otro y así fue como terminamos de hacerlos”.

“El primero fue improvisado porque hacíamos pruebas de cámara y sonido. El principal, que presentamos, está guionado y tiene una historia, lo que no teníamos era como quedaría trabajando con celular. Los actores trabajaron con libertad de crear sus personajes, les tiraba una idea de guión y ellos lo hacían. Yo confié en ellos y ellos confiaron en mi en este trabajo desde el celular”, remarcó y dijo: “Contando historias, uno se entretiene”.
A través de tus ojos
Tres años atrás, Foschi le propuso al actor Andrés Fernández Cabral avanzar en una producción que cuente cómo se había vivido la gesta de Malvinas en Río Gallegos. “Siempre me intrigó qué otras cosas pasaban mientras sucedía Malvinas”, dijo en una entrevista a La Opinión Austral.
Tanto Foschi como Fernández Cabral, que además es ex combatiente de la Guerra de Malvinas, estaban seguros que “la guerra se vivió como en ninguna otra parte del país”.
¿Existe una memoria sobre cómo lo vivió la comunidad de Río Gallegos? Foschi dice que “para los que vivieron aquí en esa época, estoy convencido de que sí. He escuchado decir a algunos: Hay cosas que no le he contado a mis hijos o nietos. Gracias a Dios, confiaron en Andrés, por ser parte de esta historia, y los hemos escuchado como si fuéramos chicos escuchando un cuento”.
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