“Los datos revelan que los hombres confiesan mucho más libremente en un ambiente social que han sido infiel en su vida y la mujer tiende a negarlo un poquito más”, sostuvo el psicólogo Edmundo Campusano y agregó: “Todavía opera la idea de que la mujer cuenta que le fueron infiel, como que en vez de socialmente creer que queda mal parada su pareja, también se siente ella culpable”.
“La gente no se separa por una infidelidad. Uno podría pensar que la infidelidad, para los que hacemos terapia de pareja, es un síntoma de que algo está ocurriendo. La relación, no es lo mismo si somos convivientes, si somos pareja, si estamos casados, etc. El contexto, no es lo mismo, por ejemplo, la cantidad de veces que ustedes han visto gente que vive en condiciones de hacinamiento, condiciones estructurales que uno dice ‘quién sostiene así una vida de pareja’”, concluyó el especialista.
“¿Se puede continuar una relación después de una infidelidad?”, le consultaron al psicólogo que respondió sin dudar: “Absolutamente”. En el mismo sentido, el especialista aseguró que el fenómeno se da igual en todas las latitudes del planeta: “El ser humano es infiel por naturaleza”.
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