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Desde bien temprano, Río Gallegos amaneció cubierta por un manto blanco de nieve, con mínimas de -2°C y una sensación térmica que rozó los -10°C. El pronóstico anuncia que el clima será similar durante los próximos días. Frente a este panorama, las autoridades piden extremar precauciones en la vía pública, pero también es importante no olvidar a quienes no pueden pedir ayuda: nuestras mascotas.
El invierno puede ser especialmente duro para perros y gatos, sobre todo para aquellos que viven en exteriores o pasan mucho tiempo fuera de casa. Según veterinarios y organizaciones protectoras de animales, el frío intenso puede causar en los animales lo mismo que en los humanos: hipotermia, congelamiento, lesiones, desorientación e incluso la muerte, si no se toman las medidas adecuadas.


Algunas razas son más sensibles que otras. Los perros pequeños, de pelo corto o con poca grasa corporal —como los galgos o chihuahuas— tienen menor resistencia a las bajas temperaturas. Lo mismo ocurre con los cachorros y los animales mayores, cuya capacidad para regular la temperatura corporal está disminuida. Las mascotas con enfermedades crónicas como la artritis también sufren más el invierno, ya que el frío tiende a intensificar el dolor articular y reducir su movilidad.
¿Qué mascotas están más expuestas al frío?
El nivel de tolerancia al frío depende de factores como la edad, el pelaje, el tamaño corporal y el estado de salud del animal. Las razas más afectadas son:
- Perros de pelo corto o sin subpelo, como galgos, chihuahuas o pinschers.
- Razas pequeñas con patas cortas, como dachshunds o corgis, que están más expuestas al suelo helado.
- Cachorros y animales mayores, que tienen dificultades para regular la temperatura.
- Mascotas con enfermedades como artritis o problemas cardíacos, que empeoran con el frío.
Cómo saber si tu mascota tiene frío
Los veterinarios advierten que muchos dueños no reconocen los signos de que un perro o gato está sufriendo por el frío, lo que retrasa la atención y agrava la situación. Los signos de que tu mascota está sufriendo por el frío incluyen:
- Temblores o escalofríos.
- Se niega a caminar o levanta repetidamente las patas.
- Camina lentamente o parece débil.
- Busca desesperadamente lugares calientes o se acurruca.
Si notás alguno de estos comportamientos, lo mejor es llevarla inmediatamente a un lugar cálido y consultar con un veterinario.
Recomendaciones para proteger a perros y gatos del frío
- Mantenelos adentro. Las mascotas no deben permanecer al aire libre durante temperaturas bajo cero. Podrían sufrir congelamiento, perderse o incluso morir.
- Ofreceles refugios adecuados. Si no pueden estar dentro de casa, asegurate de que tengan un lugar seco, sin corrientes de aire y elevado del suelo. Use cartones o mantas.
- Proteja sus patas. La sal y otros productos químicos utilizados para derretir la nieve y el hielo pueden irritar las patas de una mascota. Límpieles las patas con una toalla húmeda antes de que su mascota se las lama y se irrite la boca. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad en los Animales (ASPCA) agrega que también puede usar vaselina o botines para proteger las patas sensibles. Use productos para derretir hielo aptos para mascotas.
- Cuida su pelaje y piel. Para evitar la picazón y la descamación de la piel, la ASPCA recomienda mantener su hogar humidificado y secar a su mascota con una toalla tan pronto como entre. Preste especial atención a las patas y entre los dedos. Retire la nieve de entre las almohadillas de los pies. Si es posible, mantenga el pelaje de su perro más largo en invierno para que se caliente. Si su perro es de pelo corto, considere la posibilidad de adquirir un abrigo para su mascota.
- Reduzca al mínimo los baños de su mascota cuando haga frío para evitar la sequedad de la piel.
- Evite caminar sobre el agua congelada. Aléjese de los estanques, lagos y otras aguas congeladas. No es posible saber si el hielo soportará el peso de su mascota y caerse a través del hielo podría ser mortal.
- El anticongelante es un veneno mortal. Limpie los derrames y guarde el anticongelante fuera de su alcance.
- Conozca los límites de su mascota al aire libre. La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, siglas en inglés) informa que hay que saber cómo tolera el frío su mascota y ajustarse según sea necesario. Consulte a su veterinario si necesita asesoramiento.
- Compruebe su motor. El motor caliente de un vehículo puede ser una atractiva fuente de calor para los gatos callejeros y asilvestrados, pero es mortal. Revise debajo de su automóvil, golpeé el capó y toque la bocina antes de arrancar el motor para asegurarse de que un gato no se haya refugiado en su motor.
En época de frío, es normal que los gatos busquen un lugar cálido para refugiarse, y este sitio puede ser el motor de los automóviles. - Utilice los calefactores con precaución. El calefactor puede quemar a su mascota o ser derribado, pudiendo iniciar un incendio doméstico.
- Esté atento a la hipotermia. Si su mascota está lloriqueando, temblando, ansiosa, más lenta de lo habitual o deja de moverse, parece débil o comienza a buscar lugares cálidos para excavar, vuelva a meterla adentro rápidamente porque muestra signos de hipotermia. La congelación es más difícil de detectar y puede no reconocerse del todo hasta unos días después de producirse el daño. Si sospecha que su mascota tiene hipotermia o congelación, consulte inmediatamente a su veterinario.
- Esté preparado: El invierno puede traer ventiscas de nieve y cortes de energía. Prepare un kit de emergencia e incluya a su mascota en sus planes. Tenga a mano suficiente comida, agua y medicamentos (incluidos los medicamentos recetados, así como los preventivos contra parásitos del corazón, las pulgas y las garrapatas) para pasar al menos cinco días.
Fuentes: ASPCA, AVMA, Sociedad Protectora de Animales de EE.UU., Bond Vet, The New York Times
El invierno patagónico ya se hace sentir con fuerza, y proteger a nuestras mascotas del frío no es solo un gesto de amor: es una responsabilidad. Con simples medidas, como mantenerlas abrigadas, dentro del hogar y vigilando su salud, podemos garantizarles un invierno seguro.
Ante cualquier duda, consultá con tu veterinario de confianza.
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