Cuando tenía nueve años, Rodolfo L. Saracco comenzó a asistir al Conservatorio Provincial de Música, en simultáneo, en la Escuela Primaria conoció el teatro a través de una materia optativa, tras lo cual continuó de manera particular. También se sumó a las clases de tango en la Escuela de Provincial de Danzas, entre otros cursos.

En 2009, una vez finalizados sus estudios secundarios, dejó Río Gallegos y se mudó a Córdoba para comenzar a estudiar Diseño de Indumentaria. Sobre lo que encontró en La Docta cuenta: “era un ambiente totalmente diferente en muchos sentidos, tanto en lo diverso como en lo referente a lo laboral y lo estudiantil, en Gallegos sentía que las opciones que buscaba no las iba a encontrar”.

“El año que llegué me hice un grupo de amigos de la comunidad LGTB y al no conocer esta cuestión de diversidad me empezaron a llevar por diferentes boliches y hacerme conocer lugares, me tocó ir a uno en el que en la recepción había unas drag queens haciendo hosting y después tarima, al haber estudiando artes de chico dije ‘quiero hacer eso’, sin saber mucho qué era, empecé a investigar y armarme de recursos para poder comenzar”.

 

Llegar a ser Psicodélico Queen

Hoy, con ocho años de experiencia, explica la diferencia entre los Drag Queen y los transformistas.
“Dentro del ambiente, tratan de diferenciar mucho al Drag Queen del transformista. El transformista es una persona que intenta caracterizarse a semejanza de la mujer, utilizar el género femenino para llevarlo a la comedia mientras que el Drag Queen suele ser un poco más estético y más exagerado. La palabra Drag significa Dressed as a girl (vestido como una chica) y Queen se utiliza con el concepto de reina de la noche, lo que busca es una exageración de los rasgos femeninos, tratan de llevarlo un poco más al extremo, en cambio el transformista trata de equiparar la imagen de la mujer y utilizarla como un medio, de comunicador social, por decirlo así, y llevarlo a la comedia”.

Por otra parte, sobre la elección de su nombre drag, “Psicodélico Queen“, expone “lo tomé como lo diferente a lo normal, la palabra psicodelia se relaciona mucho con la década del 70, quizás a veces se relaciona con el consumo de drogas y al consumir estas drogas se veían cosas fuera de lo normal, fuera de lo convencional, tomé este concepto para tratar de ser un poco diferente al resto. Después busqué otros significados, también significa algo que expresaba el alma entonces lo tomé desde ese lado”.

En cuanto a la identidad señala que “la construcción del personaje tiene muchas cosas, en general uno tiene de referentes a otros drag queen, pero le va poniendo su estilo, su vestuario, es un proceso que lleva mucho tiempo y años inclusive, el encontrar una estética, una identidad, es darle la identidad a ese personaje, porque por más de que pueda cambiar en estética y mutar en un montón de cuestiones, el personaje sigue siendo el mismo, se trata de darle una identidad y un peso al personaje con el pasar de los años”.

¿Qué es lo que lo atrae de ser Drag Queen? En Psicodélico Queen, Rodolfo puede desplegar todas las prácticas artísticas con las que cuenta y ser él.

“Estar detrás de una máscara, de un personaje, saca el 100% de lo que realmente uno es, el 100% de la personalidad, un montón de cuestiones que ayudan a que dejes liberar todo tu ser en todo sentido, creo que esto es lo que me lleva a hacerlo, puedo expresar todas las técnicas artísticas que fui estudiando. En Córdoba estudié maquillaje profesional, estudié peluquería y diseño de indumentaria, que hice un año, son herramientas que me permitieron hacer lo que me gustaba y llevarlo a cabo en un personaje. La mayoría de los Drag Queen tienden a ser autosuficientes, todos se hacen sus cosas, esto es lo que más me lleva a hacerlo, poder poner todo a lo que me dediqué en una sola persona o personaje”.

La familia y el entorno

El núcleo inicial de pertenencia de todas las personas es la familia y sobre cuál fue la respuesta por parte de la suya, sostiene “para cualquier padre o madre de una persona con una orientación diferente es a veces difícil el proceso de aceptar, pero por suerte fueron entendiendo que era un trabajo y lo tomaban como un trabajo. Siempre me ayudaron en todo lo que quise emprender, me ayudan y me apoyan un montón”.

Por otra parte, respecto a cómo fue su infancia recuerda que “desde muy chico me definí y como que siempre se me notó, siempre fui de juntarme mucho más con las nenas que con los nenes. Es una realidad que la sociedad está acostumbrada a etiquetar todo, si sos trans, si sos travesti, si sos gay, si sos lesbiana, yo trato de no etiquetar nada, de considerarnos todos personas porque es lo que somos y no dejarse llevar por las etiquetas. Lo tomé súper normalizado siempre, en la niñez y en la adolescencia cuesta por la sociedad, hay lugares que son un poco más retrógrados, más pueblo, como siento que fue Río Gallegos en su momento y que está cambiando muy lentamente pero le cuesta aceptar lo diferente, estamos acostumbrados a un modelo de sociedad hoy en día que no es el mismo que hace 10, 30 años atrás, va mutado y de a poco puede ir cambiando la cabeza de un par de personas. Traté de normalizarlo lo más posible y no dejarse llevar por ese tipo de etiquetas”.

“Estar detrás de una máscara, de un personaje, saca el 100% de lo que realmente es”.

Consultado sobre la discriminación, señala que “en ese momento el concepto del bullying no existía, era discriminación y no se visibilizaba tanto por parte de los adultos” y agrega “cuando era más chico me costó un montón en varios ámbitos. en el espacio que más tranquilo me sentí fue en el ámbito artístico, creo que las personas que estudian arte tienen la cabeza un poco más abierta. A medida que uno va creciendo quizás se hace respetar y matando con la indiferencia, el bullying era bastante, si uno se para de manos o se quiere hacer respetar de una manera más activa, no ayuda esta cuestión, era buscar la forma de hacerle entender o nada, así fue en mi época, trataba de evitar los problemas”.

Al irse de Río Gallegos, Rodolfo se fue dolido, sobre lo cual explica que fue “por una cuestión de falta de diversidad, de aceptación del resto. Que se entienda que uno no elige, uno nace así y cuesta, no voy a decir cuesta cambiarlo porque uno no lo va a cambiar. Tener que vivir en Gallegos intentando ser algo que uno no es, no lo sentía factible. Me fui para poder ser como yo quería ser tranquilamente, y sabía que en su momento en Gallegos no lo iba a poder hacer, esa es una de las razones por las que me fui bastante dolido, creo que por suerte está cambiando todo lentamente, es un proceso, lo nuevo siempre cuesta, y más en Gallegos que estamos a años luz de un montón de cuestiones sociales”.

 

El Circuito Drag

Sobre cómo se desarrolla el circuito y la competencia entre Drags, explica que “en todo lo artístico hay competencia siempre, el movimiento es más grande de lo que se piensa, se da en muchísimas provincias, de hecho la Elección Nacional de Drag Queen se realiza en Tucumán, una de las más importantes, hace poquito en Córdoba hubo una de Drag Queen Social, están quienes hacen Show, quienes hacen Hosting (recepción). Al comenzar en Córdoba, en 2014 salí virreina nacional, viajé a Tucumán y salí segundo. Hay competencia como en todo, siempre intento que sea una competencia sana, siempre tuve la idea de no competir con otra persona sino conmigo mismo”.

Motivado por nuevas propuestas laborales y desprenderse un poco del núcleo familiar, que ahora vive en Córdoba, entre 2015-2016, Rodolfo se mudó a Buenos Aires.

“Al llegar a Buenos Aires conocía a varios que estaban allá y no fue tan difícil empezar a estar en el círculo, desde el primer fin de semana empecé a trabajar en un par de boliches esporádicamente hasta que me hice un poquito más reconocido y me empezaron a llamar de otros lugares”.

Desde el verano de 2016, ya van tres temporadas que convocado por El Bloke Producciones llevó adelante varias obras, entre ellas “Arriba Maricón” y “El Rancho de la Risa” en la Costa Atlántica, específicamente en Mar de Ajó.

La llegada al teatro hace tres años le permitió fusionar todos sus conocimientos en el escenario y sumar el plus de hacer reír. Hacer temporada es una experiencia en la que destaca “tuve la posibilidad de poner en práctica otra vez la parte teatral porque en los boliches más allá de la estética que uno puede manejar es mucho más imagen, más gogos -que se le dice a la persona que baila arriba de la tarima- o más show con bailarines, en algunos casos. En cambio en el teatro es diferente, es otra estética, no tan cargada como en el boliche sino que es mucho más femenino, por decirlo así, y llevarlo a la comedia da placer hacer reír a otra persona, no es fácil, fue bastante intenso”.

La respuesta del público es sumamente positiva, cuenta “nos van a ver muchas familias, eran espectáculos para todo público y la gente que lo va a ver lo normaliza un montón. Este año fue una muy grata y enriquecedora la temporada porque fue mucha gente, lo acepta y lo agradece, ellos van a ver un espectáculo, a olvidarse de todos los problemas que tenemos de la cotidianeidad, olvidarse, que los hagas reír, eso importa en realidad, no les importa si sos gay o lo que fuese, a ellos lo que les importa es que van, los haces reír y se llevan un buen momento. Fue una muy grata temporada”.

Luego de haber vivido cerca de siete años en Córdoba y actualmente en Buenos Aires, observa las diferencias “en Buenos Aires, más allá de que a veces hay muchísima agresión, todavía falta aceptación en muchísimo casos, pero está mucho más visibilizado en comparación a Río Gallegos o al sur de Argentina. A diferencia de esa primera marcha del orgullo que se hizo en Río Gallegos (en diciembre de 2017 acá hace muchísimos años que se hacen marchas del orgullo entonces eso ya es un punto a subrayar de los años luz que estamos atrasados con respecto a la aceptación y a la visibilidad de la comunidad”.

Cerrando y pensando en sus anhelos, cuenta “poder trabajar afuera, incursionar en el exterior, como proyecto a muy largo plazo aún, viajar a España o a conocer otros lugares donde pueda seguir creciendo y ver inclusive otro lado desde lo que es el personaje, hay muchas estéticas Drag. En las Islas Canarias hay mucha movilización es inclusive se televisa una de las elecciones. En Estados Unidos hay un reality, RuPaul’s Drag Race, que está muy de moda y visibilizado, son muy diferentes el Drag Queen y el transformista, poder ir a conocer esos aspectos sería una posibilidad. Me interesa seguir creciendo día a día y poder seguir en el teatro, en otros lugares y asimismo en boliches”.

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