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La Subsecretaría de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes de Santa Cruz emitió un alerta ante la llegada de un sistema frontal que traerá consigo vientos intensos y nevadas significativas en distintas zonas del territorio provincial. El fenómeno, que se intensificará durante la madrugada y la jornada del jueves 15 de mayo, ya moviliza a los equipos de emergencia para mitigar posibles consecuencias.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, en el norte de la provincia, los vientos del oeste alcanzarán velocidades de entre 45 y 60 km/h, con ráfagas que podrían llegar a los 80 km/h. Mientras tanto, el sur enfrentará condiciones aún más extremas: ráfagas de hasta 120 km/h, con la posibilidad de que esos valores se superen en puntos específicos. Estas condiciones no solo representan un peligro para la circulación, sino también para infraestructuras y tendido eléctrico, algo que en el pasado ya ha dejado aisladas a localidades patagónicas.
Pero el viento no será el único desafío. La zona cordillerana recibirá nevadas de variada intensidad, que podría quedar acumulada de diversa altura. En las áreas más elevadas, el temido viento blanco —un fenómeno que reduce la visibilidad a casi cero— complicará aún más la situación, especialmente para quienes transiten por rutas como la emblemática Ruta Nacional 40 o zonas cercanas a El Calafate y Los Antiguos.
Las autoridades insisten en que la población evite viajes innecesarios, asegure techos y objetos sueltos, y mantenga reservas de agua y alimentos ante posibles cortes de servicios.
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