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Este sábado el Centro Chileno, histórica sede para la comunidad del vecino país, abrió sus puertas para empezar las actividades de cara a este 18 de septiembre, fecha en que Chile conmemora su independencia.
La tradición estuvo presente, además, en los gimnasios municipales “Lucho” Fernández y Benjamín Verón, que, como iniciativa del municipio de Río Gallegos, se sumaron a celebrar esta importante fecha.
El Centro Chileno compartió este sábado la apertura con una degustación de platos típicos de Chile y también música y baile.
Desde las 12 del mediodía, los platos ya estaban sobre la mesa dispuestos para probar todo lo que la cultura gastronómica chilena ofrece históricamente. Por la noche, las actividades continuarían con el tradicional baile que duraría hasta entrada la madrugada, un clásico del Centro.
“Los que participaron están muy contentos por la respuesta que han tenido en nuestra comunidad, les está yendo muy bien, la participación de la gente ha sido impresionante y se está viendo el fruto del trabajo de una comisión directiva que la verdad que se puso sobre las espaldas la responsabilidad de llevar adelante un festejo durante tres días”, contó Pedro Díaz, presidente del Centro Chileno, en diálogo con La Opinión Austral.
“La verdad que nos llena de energía y de ganas de seguir adelante y de seguir trabajando de la manera como lo venimos haciendo, con mucha seriedad, con mucho compromiso y con mucho respeto por todo”, mencionó sobre el balance.
En primera persona
Una de las cocineras presentes dialogó con el móvil de La Opinión Austral. Había preparado empanadas picantes y sin picante para quienes prefieren un sabor más tenue. También hubo pizzetas, empanadas de manzana, sopaipillas, tortillas de papas y panchos con salchichas chilenas.
¿El secreto para que salga una tortilla perfecta? “Que sea sabrosa”, contó. En su caso, las cocinó con chicharrón, es decir, carne de cerdo, grasa y masa con levadura. Llegó hace 37 años a nuestro país, desde Punta Arenas.
Vino en búsqueda de trabajo y se quedo, con las posibilidades que le pudo brindar el país, logró hacer su familia y tener hijos. “Argentina es un país que te recibe bien y te da posibilidades, son buenas porque uno tiene su familia acá”, contó.
Otra de las cocineras presentes fue Jimena Miranda que se preparó hace varios días para poder ofrecer parte de Chile en Río Gallegos.
“Yo hice cazuela de luche con cordero”, contó. El luche es un alga muy común en Chile y que se convirtió en una tradición en la gastronomía.
“La cazuela se pone a cocinar con la carne y con todos los condimentos, primero se cocina bien la carne, luego se agregan las papas enteras, ahí se coloca el arroz y el luche”, contó al móvil de La Opinión Austral.
En Chile, por ejemplo, se consume con cilantro y ají. “Acá mucha gente no está acostumbrada a comer cilantro, pero en Chile si está habituado”, contó sobre las costumbres.
Jimena es de Chiloé está en nuestro país hace 38 años. “Vine en el ’85 porque vino mi marido a trabajar porque en Chile no había trabajo, migramos los dos recién casados, formamos nuestra familia y acá estamos”, relató.
“Tengo dos hijos argentinos santacruceños, tengo un nieto y mi marido se jubilo acá en la construcción”, mencionó sobre cómo llegó a nuestro país.
“Río Gallegos me gusta, tengo mi mamá de 94 años en Chiloé así que viajo constantemente a verla, pero estoy más tiempo acá”, describió.
Chicha y baile
Sergio Levicoy, ex folclorista y presente en el lugar, relató cómo se prepara una tradición que se hace antes de bailar. Se trata de la chicha de manzana, un trago típico de Chile para brindar a las parejas de baile y también a las autoridades.
“Se usa desde 1810 como el tradicional espinazo. Para la chicha se espera madurar la manzana, en el árbol del manzano, se tiene un tiempo y se muele en maquina, se estruja y ese jugo es la chicha de manzana que se fermenta entre 15 y 20 días, que hierva; como se dice tradicionalmente, y se tapa. Puede durar hasta dos años, cuando mas tapada esté y más añeja sea mejor“, contó a La Opinión Austral.
Por otra parte, Randy y Viviana Levicoy, más conocidos como “Los hermanos Levicoy”, también se hicieron presentes para festejar el 18 de septiembre. Ambos bailan los típicos cuadros chilenos y contaron qué significa para ellos, cada fecha, ser parte de la costumbre en nuestra ciudad.
“Venimos desde muy chiquitos con esta cultura que nos dejaron nuestros padre que sigue estando presente para nosotros. Estamos muy orgullosos de siempre bailar y compartir con estas festividades que para nosotros es muy emotivo y es un privilegio“, dijo Viviana a La Opinión Austral.
Sus padres son oriundos de Chiloé y ellos bailan desde los seis años. “Todos los años con mucho respeto participamos de esto, en esta ocasión nos tocó el Centro Chileno, con mucho orgullo representando a las raíces de Chile a nuestros padres y todas las familias que hoy en día están lejos de su país en otros lados”, contó Randy quien aseguró que es una tradición familiar que ellos esperan seguir heredándola, el día de mañana, a sus hijos.
Más iniciativas
En la otra punta de la ciudad, el gimnasio “Lucho” Fernández abría sus puertas a la comunidad para celebrar esta fecha.
Entre ellos, estaba Edmundo Mansilla, oriundo de Puerto Varas que vivió primero en Bariloche y luego en Río Gallegos. Acompañó a los puestos de comida que vendían desde tortas a milcaos y empanadas de pollo, dos tradiciones chilenas muy instaladas y ya conocidas por los riogalleguenses.
Vive en Río Gallegos desde 1992 y llegó en búsqueda de tranquilidad y “por cosas de la vida y el destino”, contó a La Opinión Austral, indicando que prefiere una ciudad chica por su comodidad.
Maximiliano Pisani, director de Cultura del municipio, señaló a La Opinión Austral que la iniciativa de la comuna fue volver a poner en valor la tradición chilena. “Es una fiesta chilena que venía tradicionalmente festejándose hace mucho tiempo y habían estado dejando de lado. El intendente decidió tomar la decisión política de poder apoyarlos y continuarla”, indicó a La Opinión Austral.
Así, los gimnasios municipales se vistieron de rojo, blanco y azul para celebrar entre chilenos y argentinos la hermandad y la tradición.
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