Punta Arenas, (Corresponsal).- El director del Centro de Estudios de Recursos Energéticos de la Universidad de Magallanes, (Cere doctor en Mecánica Humberto Vidal, destacó la importancia de la Universidad de Sao Pablo, Brasil, adonde viajó para entrevistarse con importantes personeros de la escuela politécnica, que es en definitiva, dijo, la escuela de ingeniería. “Digámoslo en palabras simples, corresponde a la unidad que tiene que ver directamente con ella”.
La universidad es una de las más grandes de Latinoamérica, contando con una matrícula de más de noventa mil estudiantes considerando a los de pregrado y de postgrado. “Tiene mucha relación con la industria, no sólo de Brasil sino del extranjero, que están queriendo desarrollarse en Latinoamérica. La UMag, así, el año pasado declaró un interés muy especial por poder tener un acuerdo formal de colaboración con ellos, cosa que finalmente se logró”, dijo el ingeniero Vidal.
Avance
En busca de una concreción profesional importante viajó a Brasil “para avanzar en un convenio más específico, obviamente buscando los intereses de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Magallanes y también por consiguiente los intereses del Cere como Centro de Estudios de Recursos Energéticos”.
Ahí se encontró con una escuela politécnica que tiene una matrícula cercana a los siete mil estudiantes. “Es una facultad (de ingeniería) realmente grande y como digo ?reitera- con mucha presencia industrial en los laboratorios. Por lo tanto, era poder regresar con alguna posibilidad más concreta de colaboración con la gente de Brasil”.
¿Adónde apunta este convenio?… tiene varias aristas de acuerdo a los intereses que detectamos en ellos, y por supuesto los nuestros que deseamos desarrollar.
¿Entonces?? Encontramos puntos en común con relación al uso del viento. En particular en pequeñas potencias, es decir estamos hablando de máquinas menores y también localizadas no en el sector rural, sino pensando en lo que se llama generación eléctrica distribuida en el sector residencial, o sea de qué manera podemos introducir aerogeneradores de pequeño porte en los centros urbanos, precisó. Ellos están desarrollando algunas máquinas allá y lo ideal sería ensayarlas en Magallanes, porque si funcionan aquí con el viento que tenemos ocurriría en cualquier parte del mundo.
Proyecto binacional
Este tema, explica, desde el punto de vista de la investigación sería un proyecto binacional en el que habría dos países interesados en poder explorar varias cosas? ¿qué le falta a la tecnología para que pueda ser integrada en los domicilios, en las viviendas de la región de Magallanes o de Brasil? se pregunta? ¿cuáles son los aspectos técnicos que hay que cuidar?? ¿cómo logramos eliminar el ruido?, porque generalmente la gente reclama cuando estas máquinas pequeñas son afectadas al haber mucho viento. Los puntos en común que encontramos es que hay desafíos tecnológicos por desarrollar, y se trata entonces de poder hacerlo juntos. Quizás el diseño de las máquinas se puede realizar en Brasil y traerlas luego para poder ensayarlas aquí.
Todo, admite, está en desarrollo experimental.
Se están construyendo (máquinas) de nivel horizontal que son las más comunes, pero también ?a la vez- se hacen las de eje vertical, que son más adecuadas para vientos más moderados que los (vientos) fuertes.
Este es uno de los puntos de interés que mencionaba que se tiene con Brasil.
La Antártida a la vista
Y lo otro que es importante destacar es que ellos tienen mucho interés en asociarse con una universidad que esté cerca del continente antártico, y eso también para nosotros no es nuevo, porque varias instituciones han declarado su interés en poder trabajar con la Universidad de Magallanes con el fin de poder facilitar el acceso a todo lo que hay por descubrir (en la Antártida). Por lo tanto, hay una conversación en específico que está ocurriendo con los Departamentos de Ingeniería Química de la Universidad de Magallanes y el de la Universidad de Sao Pablo, y es tan próxima la conversación que ya estuvo el director del Departamento de Química en la Umag, entrevistándose con el director visitante para ver de qué forma se puede comenzar a preparar este proyecto para tener así instalaciones de laboratorios en la Antártida y que sea entonces un proyecto binacional, es decir que Brasil pudiese usar estas instalaciones, pero que también la Universidad de Magallanes pueda hacerlo.
En definitiva, serías dos convenios, uno con el Cere (Centro de Estudios de Recursos Energéticos) con un sujeto que es el viento, no de manera industrial sino domiciliario, y lo segundo, cuyas conversaciones ya partieron entre el Departamento de Química de la Umag con el de la Universidad de Sao Pablo.
El proyecto en término más concretos significa tener una instalación de laboratorios que sería montada en un conteiner, estrategia que se utiliza en la Antártida para poder desplazarlo con facilidad, y en su interior habría una serie de equipamiento de permitiría hacer ensayos de laboratorio en tiempo real, es decir no esperar a que las muestras se saquen allá, se traigan a Punta Arenas, y recién en ese momento se analizarían. El viaje no es tan corto, por lo que eso hace que algunas propiedades de lo que se esté midiendo se pierdan justamente por ese tiempo que pasa. En invierno disminuye la actividad, lo que es evidente desde siempre del continente blanco, y se transporta a la Universidad de Magallanes para mantenimiento y uso.
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