El Rotary Club celebra este mes un nuevo aniversario de vida como institución de bien común en Río Gallegos y sus autoridades decidieron celebrarlo con dos aportes destacados para la comunidad: donar cerca de diez desfibriladores y fomentar la capacitación en RCP (resucitación cardiopulmonar).
En declaraciones realizadas a La Opinión Austral, el actual titular de la entidad, Dante Melano (su gestión caduca en dos meses señaló que el primero de los aportes será destinado a entidades que estén operativas las 24 horas y que por sus características puedan ir en apoyo de situaciones de emergencia en cualquier momento.
El Rotary Club celebró además otro año de existencia y fue evocado ayer durante el izamiento dominical.
“Celebrar otro año de vida significa que las cosas se vienen dando como uno pretende, que es acompañar a la sociedad y aportar elementos que ayuden en forma solidaria a la gente, dijo.
Melano consideró que el club “está fuerte en estos momentos, con plena incorporación de socios”, enumerando las múltiples actividades que han encarado y que piensan encarar en los próximos meses.
“En particular, acompañamos el calendario nacional de vacunación, hemos asistido a la escuela de kayak con la compra de un equipo entrenador, creemos que es una forma de alentar a la gente que trabaja con varios proyectos en la ciudad”, añadió.
También Melano recordó que en su momento se destinaron fondos a la Escuela Laboral Domingo Savio en equipamiento para oficios.
Con respecto al proyecto de adquisición de desfibriladores, el titular informó que se compraron 10 y que estarán puestos a disposición de entidades que operen las 24 horas, como ser Bomberos o Policía.
En la actualidad existen proyectos internacionales apoyados por cardiólogos que fomentan la instalación de sistemas de cardioprotección en lugares específicos, como los de mucha concurrencia de público (centros comerciales, aeropuertos, instalaciones deportivas, casinos y otros lugares concurridos) y colegios, institutos, universidades, clubes deportivos, asociaciones, entre otros.
El desfibrilador externo semiautomático es un aparato electrónico portátil que diagnostica y trata la detención cardiorrespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica, pero sin efectividad mecánica) o a una taquicardia ventricular sin pulso (cuando hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente.
El aparato está pensado para ser utilizado por personal no sanitario, de tal forma que siguiendo sus instrucciones se colocan los electrodos en el paciente y el aparato, tras determinar el tipo de ritmo cardíaco, aconseja a los asistentes separarse para emitir la descarga eléctrica o bien aconseja realizar compresiones torácicas.
En los países desarrollados la tendencia es colocarlos en lugares concurridos para evitar los episodios de muerte súbita, dado que su efectividad es máxima en el momento inicial, disminuyendo rápidamente en los minutos sucesivos.
Campaña
Pero los adherentes el Rotary no se quedan sólo con la intención de donar aparatología: “Además queremos fomentar una campaña de concientización en la comunidad para ayudar ante casos de paro cardiorrespiratorio; es decir, que uno esté preparado para practicar una asistencia respiratorio cardiopulmonar, RCP, ante cualquier eventualidad en las calles de Río Gallegos”.
Como dato extra, Melano indicó que la compra de los desfibriladores fue de 30.000 dólares, de los cuales la fundación aportó 2 terceras partes.
“Pero lo que nos interesa, además de este equipamiento, es capacitar y asistir a las personas para que puedan operarlo ante un caso de emergencia”.
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