El 24 de febrero de 1946, la fórmula conformada por Juan Domingo Perón y Hortensio Quijano gana las elecciones presidenciales con más del 52% de los votos y siendo electos como presidente y vice por un periodo de seis años.
Los comicios son los primeros coronan un movimiento popular surgido unos meses antes con la manifestación del 17 de octubre de 1945 y que consagra en la figura de Perón a un nuevo líder político a nivel nacional.
Con apenas dos meses de campaña el Frente de corte progresista incluía al Partido Laborista, a la UCR Junta Renovadora y al Partido Independiente, mientras que la Unión Democrática de carácter conservador nucleaba a la Unión Democrática, el partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el Partido Demócrata Nacional.
Para hacer conocer sus ideas de gobierno, el ferrocarril fue la estrella que permitió a los candidatos llegar hasta los confines de la república y en cada formación se dejaba en claro como se apuntaría al corazón de los votantes: “La Descamisada” y “Tren de la Libertad” no dejaban lugar a dudas los intereses que defendía cada fórmula y los atentados sufridos por Perón y su compañero de fórmula en Río IV, Córdoba, y en Rosario dan cuenta de qué tan interesados se estaba por mantener el statu quo en esas regiones de grandes terratenientes.
Los medios de difusión vigentes, el consagrado diario, matutino y vespertino, junto a la joven radio, también fueron difusores de la palabra de los candidatos siendo los de la Unión Democrática los más favorecidos por amistad y por afinidad a las ideas de sus dueños. Además del caudal de tres millones y medio de votantes habilitados, lo más destacado fue el recuento de votos al final del acto electoral en las mismas mesas donde se había sufragado y con la participación de fiscales presentes para que el temor al fraude quedara enterrado.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia