Roberto Goyeneche nació en el barrio de Saavedra, ciudad de Buenos Aires, el 29 de enero de 1926 y falleció en la misma ciudad el 27 de agosto de 1994. Apodado “El Polaco” por su cabellera clara, fue un precoz habitué de los cafés y de los cabarés que dieron lugar y refugio a artistas y devotos de la generación del ’40.

Antes de iniciar su destacada trayectoria como cantor, trabajó como chofer de colectivos de la línea 19, taxista y mecánico. Fue, además, un apasionado y fiel hincha del Club Atlético Platense.

Su primer éxito fue en 1944, a los dieciocho años, en un concurso para voces nuevas. Ese mismo año, inició su carrera como cantor en la orquesta de Raúl Kaplún. Formado en la caudalosa corriente gardeliana, alcanzó un estilo personalísimo de dicitore, reconocido por su calidad interpretativa y por su particular registro vocal de barítono.

En 1956, a los treinta años, se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo, de quien fue admirador y entrañable amigo. Con él grabó 26 canciones. En 1963, alentado por el propio Troilo, se desvinculó de la orquesta para continuar como solista. Unos años después, ya solista, se volvió a asociar con Troilo en dos LP titulados Nuestro Buenos Aires (1968) y ¿Te acordás Polaco? (1971).

En 1969 grabó Balada para un loco y Chiquilín de Bachín de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer. La publicación de ambos temas en un sencillo fue todo un acto de audacia artística, dado el escándalo que el estreno del primer tema significara y el debate sobre lo que debía ser aceptado como tango.

En la década de 1970, los tres discos que grabó en colaboración con Atilio Stampone constituyeron hitos. Con los innovadores arreglos del director inmortalizó los tangos Afiches, Maquillaje y Chau, no va más (de Homero Expósito) y también realizó novedosas versiones de Naranjo en flor (Expósito), Grisel (Contursi), Canción desesperada(Discépolo) o Tabaco (Contursi), entre otros.

Aunque en la década de 1980 comenzó a sufrir afecciones respiratorias y en sus cuerdas vocales, Goyeneche siguió presentándose en conciertos y grabando nuevos álbumes.

Al momento de su muerte, acaecida el 27 de agosto de 1994 en Buenos Aires, a causa de una neumonía, era considerado por la crítica uno de los mejores cantantes de tangos en actividad y un ídolo popular.

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