“Vamos a concretar el proyecto del vaciadero que será la meta de esta gestión para la mejora en el tratamiento de los residuos sólidos urbanos”, había asegurado en 2020 el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, a poco de asumir la gestión.
El acuerdo fue suscrito con la empresa Nueva Santa Cruz y el traslado, ubicado camino a Punta Loyola, a unos 25 kilómetros de la capital de Santa Cruz, se hará oficial este martes 1 de agosto, día en que iniciarán las primeras acciones de la puesta en marcha. Se trata de un logro histórico y el fin a un problema que lleva más de tres décadas.
“Este martes comenzamos con las primeras corrientes“, señaló el secretario de Legal y Técnica del municipio, Gonzalo Chute a La Opinión Austral.
Para ejemplificarlo en palabras simples, la basura se clasifica en corrientes, “sea por el tipo de residuo que es, o por quien la genera, este martes arrancamos con las corrientes de grandes generadores, que son las empresas grandes que generan mucho residuo y que disponen aparte”, explicó el funcionario.
En tanto, ya para el día 15 de agosto, empieza la tarea con frigoríficos y la semana siguiente, posterior al 15, será el turno de los residuos domiciliarios.
“Es un cambio total para los barrios cercanos al vaciadero actual, que se deje de disponer los residuos genera un impacto ambiental favorable”, añadió Chute. Agregó que, “más allá de que desde que asumió Pablo Grasso se encuentre controlado el problema de las plagas, ya con esto no debería haber problemas de moscas, roedores, etcétera”.
Recordó, además, los incendios recurrentes que se sucedían en el lugar: “Que si bien ya casi no hay, porque realizamos una gestión ordenada en el vaciadero actual, ya con esto se termina cualquier chance de que pase“. Chute recordó que es “una problemática de treinta años que se termina este año“.
El detalle
El nuevo sitio será gestionado por la empresa Nueva Santa Cruz, de acuerdo al Estudio de Impacto Ambiental aprobado por la Secretaría de Ambiente de la provincia.
“En Río Gallegos se generan unas 120 toneladas de residuos diarios y nosotros vamos a cubrir hasta 90. Con ese canon que pagamos, Nueva Santa Cruz tiene que hacer todas las obras preliminares y necesarias para que el 1 de agosto empiece a operar el lote 113. También, tiene que hacerse cargo de todo lo que es el mantenimiento, el traslado de la basura y la disposición final”, detalló Chute.
Es decir, que el Municipio pagará por menos residuos de los que en realidad se levantan de la calle cada mes. La diferencia estará entonces en la cantidad que se reciclará porque generará menos contaminación y la empresa privada tendrá una diferencia económica comercializando por la reutilización.
Chute, remarcó que además de realizar un relleno sanitario, la empresa dará continuidad a la administración y gestión de la planta de separación de residuos. “Lo que es recolección sigue igual, tres veces por día se va a llevar esa basura directamente al lote 113 para su disposición final. Se procesa y recicla, lo que da más vida útil al nuevo vaciadero y saca un pasivo ambiental“, dijo.
“Es algo que cambia la realidad ambiental. Este nuevo sitio de disposición final de residuos es un relleno sanitario que va a funcionar de acorde a lo que nos indicó la Secretaría de Ambiente de la Provincia, con las más modernas prácticas ambientales. No vamos a generar un nuevo pasivo ambiental, es un trabajo serio y a conciencia“, dijo.
También destacó que “no hay soluciones mágicas. Creemos que la solución es concientizar a la población y por eso venimos trabajando con instituciones públicas, privadas, asociaciones civiles, escuelas, con un montón de organizaciones que nos permite crear esta conciencia en la ciudadanía sobre el manejo responsable de los residuos domiciliarios”.
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