La filial de Río Gallegos de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC) cumplió ayer 43 años de vida. Su presidenta, Susana Portela, hizo un repaso por la historia de una de las ONG “más antiguas” de la ciudad. Su crecimiento y presente en busca de una renovación.

En un nuevo aniversario la presidenta de LALCEC, Susana Portela, recordó los inicios de la institución cuando todo el patrimonio no era más que una caja de cartón con recibos y facturas de gastos. Hoy atiende a cientos de personas de manera totalmente gratuita en una de las sedes más grandes del país.
LALCEC comenzó a funcionar en la ciudad en 1975. “Es la ONG más antigua sin contar los clubes deportivos” aseguró Portela en declaraciones al programa “Juntos y Re-Sueltos” por Radio LU12 AM680. “Yo estoy desde el año 86 en forma continua y lo más lindo que estos festejos me encuentran al frente de la institución. Y desde que estoy yo está Paulina Rodríguez, que ha sido presidente y tesorera antes que yo. Somos las dos más antiguas y las más visibles que venimos todos los días como si fuera un trabajo”.
Cuando Susana volvió de Comodoro Rivadavia a Río Gallegos, Rita Drisaldi la invitó a colaborar. “Entré a la institución y lo único de patrimonio que había era una caja de cartón de galletitas Criollitas con papeles, recibos, boletas; como de una ama de casa con los papeles diarios de las compras”, recordó. “Se hacían reuniones y actividades para colaborar con el instrumental, la medicación y los elementos que necesitaba el doctor (Pablo) Borrelli”.
Los primeros años funcionó en la casa particular de quien fuera la presidenta ocasional del organismo o en la sede que alquilaba la Alianza Francesa. “Más adelante, cerca del año 90, cuando Néstor Kirchner era intendente, nos hace una casita al fondo del hospital viejo que desentona con todo en los terrenos que pertenecían a Sanidad Escolar de Nación. En el año 99 cuando se empieza a construir el hospital nuevo, gente del IDUV nos dice que iban a derribar la casita para hacer la calle recta para que las ambulancias puedan acceder al hospital nuevo”, relató.
“En la desesperación le pedimos una audiencia al ya gobernador Kirchner que nos la dió un viernes a las 9 de la noche. Nos dijo que no iban a tirar abajo nada, pero como nos estaba quedando chico el lugar y el intendente del momento, “Freddy” Martínez, nos había dado un terreno enfrente le pedimos otra casita ahí. Y así pasó. Cuando le dijimos que el terreno nos lo había regalado Freddy pensamos que no nos iban a dar nada. Pero el lunes a las 6 de la tarde fuimos a las oficinas del IDUV y no sólo teníamos un proyecto sino también una maqueta del edificio actual que tenemos.
Era cuando las cosas se hacían como por arte de magia”, resaltó. A los 6 meses LALCEC ya funcionaba en el nuevo edificio y pudo incorporar más profesionales.
“Fue un crecimiento como un soplido, la avalancha de pacientes, la cantidad de profesionales que quisieron venir a trabajar y que día a día vienen, y ya no tenemos más lugar”, relató Portela.

No deberían existir
Para la presidenta de la institución, que combate el cáncer a través de la prevención y la detención temprana en la ciudad, la alta demanda que tienen se debe a la ausencia del Estado. “Las ONGs no deberían funcionar si el Estado funcionara bien. En nuestra localidad hay muchas personas generosas, muchas ONGs, mucha gente que le dedica tiempo a APADDi, AsPeDi, Cruz Roja, gente que trabaja gratis porque estamos cubriendo cosas que el Estado no puede, no alcanza o no quiere cubrir”.
En ese sentido, Portela destacó que en Río Gallegos “tenemos una de las sedes más lindas, cuidadas y grandes del país”, y subrayó que “en el LALCEC no se cobra nada: mientras una mamografía vale $ 1.500 pesos en el LALCEC no cuesta nada, una ecografía que a lo mejor cuesta $ 800 o $ 600 acá no cuesta nada”.
Ante los cuestionamientos de algunos vecinos por recibir a pacientes con obra social, Susana expresó que “los atendemos porque la gente con obra social también tiene sus problemas económicos. Mientras tengamos los fondos y podamos cubrir la prevención en salud, qué nos importa si tiene o no obra social, si la tiene mejor, porque si hay que recetarle medicación o hacerle un estudio complementario se lo pueden hacer afuera”.
Por último, deseó “que las comisiones puedan renovarse” con gente joven. “Tuvimos la desgracia de tener que achicar la comisión directiva porque no hay gente dispuesta a colaborar. Ya está todo hecho y por eso hay que ponerle más empeño, dar calidez y otra impronta”. Sin embargo “la gente no se acerca, o pregunta cuánto pagan, y vos te querés morir. No sé si es que no le importa o ya no quiere compromisos”. Para colaborar hay que ir a José Ingenieros 57 de 9 a 12 horas. “Queremos gente joven con otra idea, que tiene frescura y más osadía”.

EN ESTA NOTA lalcec

Leé más notas de La Opinión Austral