El insólito hecho tuvo lugar en Comodoro Rivadavia, cuando las autoridades sanitarias constataron las quemaduras que sufrió una menor que había llegado a la guardia hospitalaria. Con la presencia de una trabajadora social, se procedió a judicializar el caso cuando detectaron, en paralelo, que la niña sólo tenía las vacunas que se aplican al nacer.

La jueza de Familia de Comodoro Rivadavia, Jorgelina Castillo, confirmó la decisión de garantizar el cumplimiento de la vacunación obligatoria tratamientos en el caso de una niña en riesgo. La responsable del Juzgado N° 2 expresó que se requirió la vacunación compulsiva de una niña que había sufrido quemaduras en su cuerpo y que no contaba con el esquema obligatorio.

“Fue una diligencia realizada en horario de guardia por requerimiento de una trabajadora social del Hospital Regional”, dijo Castillo. “Se trataba de una niña que había sufrido quemaduras en su cuerpo y los médicos habían detectado que solamente tenía las vacunas que se aplican al momento de darse de alta en su nacimiento“, acotó.

Ante la falta de cumplimiento del calendario de vacunación, entendían que la salud psicofísica de la menor corría riesgo y solicitaron una medida compulsiva debido a la postura negativa de ambos padres.

“Se trató de mediar por parte del equipo social del Hospital como del área de Pediatría. Nos hicimos presente con el Servicio de Protección de Derechos y la Asesoría de Familia e intentamos flexibilizar la postura, pero había una negativa muy rotunda por una cuestión más que nada ideológica de parte de los progenitores, y por eso se debió proceder al cumplimiento compulsivo”, indicó Castillo.

El movimiento antivacunas, alrededor del mundo, volvió a estar en agenda no hace mucho, cuando en plena pandemia y mientras la ciencia avanzaba para detener las consecuencias del COVID, se gestaban movilizaciones a nivel mundial en contra de las vacunas. Sin embargo, no es nuevo para quienes profesan alguna religión.

En Río Gallegos el movimiento antivacunas se movilizó en el 2022, plena pandemia. FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL

En algunos casos los motivan argumentos morales o cuestionamientos hacia la ciencia. En este caso, en particular, la jueza de Familia aclaró que no se planteaba una negativa desde un aspecto religioso, sino ideológico debido a lo sucedido durante la pandemia. “La mamá era la que estaba participando de movilizaciones y de organizaciones que impulsan la negativa contra la vacunación porque no es beneficiosa. Y sostenía que se podía poner en riesgo la vida de la niña”.

“La médica se lo explicó y nosotros también lo hicimos de diversos modos y le hicimos saber que podía solicitar el acompañamiento de la Defensoría Pública, aunque la madre dijo estar representada por una abogada que no pudo participar en el encuentro por carecer de una matrícula provincial”, agregó.

Hizo referencia a la Ley 27.491 que establece que la aplicación de las vacunas es obligatoria y que la misma ley se reglamentó a través de un decreto que impone la obligación en cabeza de los efectores de Salud.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios