Gregorio Funes, conocido como el Deán Funes, nació en Córdoba, Virreinato del Perú, 25 de mayo de 1749 y falleció un día como hoy en Buenos Aires, Provincias Unidas del Río de la Plata, en 1829. Fue un eclesiástico y político argentino, rector de la Universidad de Córdoba, periodista y escritor, partidario de la Revolución de Mayo, y llegó a ser miembro y director político de la Junta Grande.

Al enterarse de la revolución, se adhirió de inmediato al partido revolucionario. Un grupo de notables lo invitó a participar en una reunión, donde se trató el rechazo del reconocimiento a la autoridad de la Junta. Funes fue el único que se opuso a los planes de los enemigos de la Revolución. Denunció a la Primera Junta que el gobernador Concha, apoyado por el ex virrey Santiago de Liniers, habían jurado al Consejo de Regencia, desconociendo su autoridad.

Cuando la expedición del Ejército del Norte hizo huir al gobernador Concha y sus aliados, Funes logró reunir el Cabildo y hacer que reconociera la autoridad de la Primera Junta. Poco después fue elegido diputado por su ciudad a la Junta de Gobierno. Fue el dirigente del grupo de diputados del interior que presionó para ser incorporados a la Junta de inmediato, lo que se logró en diciembre de 1810.

Después de la revolución de abril de 1811, dirigió la Gazeta de Buenos Aires, el periódico oficial del gobierno. Fue, además, un decidido defensor de la libertad de imprenta.

Falleció en Buenos Aires el 10 de enero de 1829. Fue sepultado en el Cementerio de La Recoleta, pero sus restos fueron luego trasladados a la Catedral de Córdoba.

Según cuenta José A. Wilde, testigo presencial de los hechos, luego de un breve paseo por el parque, conversando frente al proscenio del pequeño teatro del antiguo Parque Argentino o Vauxhall que funcionara en el lugar, el deán cayó repentinamente muerto.

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