El expresidente Carlos Menem indultó en su gobierno a excomandantes de la última dictadura cívico-militar condenados por delitos de lesa humanidad y jefes de organizaciones guerrilleras, con el alegado propósito de alcanzar la “pacificación y la reconciliación nacional”, pero no logró acallar el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia por parte de las agrupaciones comprometidas con la defensa de los derechos humanos.

Menem firmó cuatro decretos por los cuales les otorgó el perdón a 220 militares y 70 civiles, entre ellos el general Leopoldo Galtieri, el almirante Jorge Isaac Anaya y el brigadier Basilio Lami Dozo, integrantes de la junta militar que condujo al país a la Guerra de Malvinas y que recibieron una condena por el rol que cumplieron durante el conflicto con Gran Bretaña de 1982.

Por el indulto, fueron alcanzados los militares carapintadas que se sublevaron contra el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín en 1987 y 1988 y el exministro de Economía del régimen cívico-militar, José Alfredo Martínez de Hoz, a pesar de que la causa por la que estaba siendo investigado no tenía sentencia firme, lo que implicó una violación a la atribución presidencial de otorgar el perdón.

Recuperaron la libertad Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Viola y Armando Lambruschini, jerarcas militares que integraron las juntas y que habían recibido duras condenas por violaciones a los derechos humanos en el histórico juicio de 1985.

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