En Pinamar, el 25 de enero de 1997, el fotógrafo fue brutalmente asesinado. Un año antes, había tomado una famosa fotografía de Alfredo Yabrán, en la que se veía al empresario caminando por la playa. Esa imagen, publicada en la revista Noticias, fue la primera que se conoció de Yabrán, junto a una serie de investigaciones.

Cabezas recibió dos disparos en la nuca, y su cuerpo fue incendiado dentro de un automóvil. A partir de ese momento, la frase “No se olviden de Cabezas” se transformó en un emblema de la lucha por la libertad de prensa.

Su trágico asesinato dejó una huella imborrable en el periodismo argentino. En su memoria, se sancionó la Ley 24.876, que estableció el 25 de enero como el Día Nacional del Reportero Gráfico.

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