Una impresionante explosión sacudió la noche del miércoles la base de pruebas Starbase de SpaceX, ubicada en el sur del estado de Texas, cerca de la frontera con México. Durante una prueba estática, el cohete Starship 36, considerado el más potente jamás construido, explotó de forma violenta sin causar víctimas. Elon Musk, dueño de la compañía, le restó importancia al incidente: “Solo un rasguño”, escribió en su red social X.

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