El Gobierno nacional inició el proceso para privatizar AySA, la empresa estatal de agua y saneamiento. Se transferirá el 90% de las acciones a capital privado mediante un esquema mixto de licitación nacional e internacional, y una apertura al mercado para atraer inversores.

Desde 2006, la empresa recibió más de 13.400 millones de dólares del Estado. Según datos oficiales, se busca modernizar el servicio, mejorar su eficiencia y reducir los altos costos operativos.

El 10% de las acciones quedará en manos de los trabajadores, en el marco del Programa de Propiedad Participada. También se anunciaron cambios clave en el control interno del Estado, con nuevo titular en la SIGEN.

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