Carmen y Mauricio, madre e hijo encargados de una rotisería de Río Gallegos, atravesaron una situación desagradable este miércoles.
Durante el movimiento habitual del mediodía, un joven ingresó al local, no para comprar ni pedir comida, sino buscando trabajo.
Conmovida, Carmen decidió acercarle algo para comer, como tantas veces lo hizo en sus 23 años de trayectoria.
Sin embargo, mientras preparaba ese gesto solidario, el joven aprovechó el momento y le robó el celular a Mauricio, una herramienta clave para el trabajo diario.
A través de las redes sociales, los damnificados dijeron que el suceso “les duele en el alma”.
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