Una madrugada de horror transformó la vida de Glenda Mazuy y su familia en el Barrio Patagonia de Río Gallegos.

Lo que era su hogar, un colectivo adaptado donde convivían nueve personas, fue consumido por las llamas en cuestión de minutos.

Glenda, con la voz quebrada pero la fortaleza de una madre, compartió el desgarrador relato con La Opinión Austral.

Su hijo de cinco años presentó quemaduras graves en su cara, sus manos y sus piernas. Su marido está en coma farmacológico. “Toda ayuda será bienvenida” expresó.

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