Un fanático del Arouca recorrió casi 500 kilómetros hasta la isla de Santa Clara para alentar a su equipo en un partido de la Liga de Portugal, y terminó siendo el único hincha visitante presente en el estadio.
Tras el empate 0-0, los jugadores y el cuerpo técnico se acercaron a saludarlo, lo abrazaron y le agradecieron el apoyo en un momento que quedó registrado en un video que se volvió viral.
El reconocimiento no terminó ahí: desde el club lo invitaron al vestuario para sacarse una foto con todo el plantel y el staff, en un gesto que destacó su fidelidad incondicional.
Una historia que volvió a demostrar que la pasión por el fútbol no entiende de distancias ni resultados, y que a veces un solo hincha alcanza para emocionar a todo un equipo.
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