Te agradecemos lo que nos trajiste a Cosquín“, le dijeron a “El Guaja” tras su presentación en el 63° Festival Nacional del Folclore. Las palabras de la comisión tras regresar después de 22 años al escenario mayor Atahualpa Yupanqui resumieron lo que a lo largo y ancho del país vivieron quienes siguieron su espectáculo.

Una tormenta de lluvia, truenos y rayos se presentó el sábado, pero al atardecer la naturaleza quiso acompañar la séptima luna, en la que desde las 23:10, 20 minutos antes de lo que había sido anunciado días antes, “El Guaja” subió al escenario. El cambio de horario benefició al trovador, que pudo llegar a un público aún mayor.

Con “Una mirada al sur“, el músico y compositor de Río Turbio saludó al público. “La plaza estuvo colmadísima, una de las plazas más llenas que vi en mi vida por los artistas que estaban, pegué un rebote hermoso porque me pusieron en una gran cartelera”, manifestó Eduardo Guajardo a La Opinión Austral.

Martín Guajardo y Donovan Díaz durante la presentación de “Que va pasar un obrero”. Foto: prensa oficial Cosquín

“El Guaja” se encontró con Mario Álvarez Quiroga, “amigo y compadre, compartimos camarín, charlamos, nos reímos mucho. Los 4 de Córdoba, que son como un ícono, que a la vara la dejaron altísima, para mí eso fue un desafío hermoso. Me encantan esos desafíos, es el momento en que tengo que poner todo mi oficio, todo mi profesionalismo, todo lo que aprendí en el camino lo tengo que poner ahí, porque ese es el momento en que uno se confirma realmente si está para eso o no está para eso”.

Su repertorio continuó con “Hacer de la vida un sueño“. “La gente se plegó a mi discurso, que lo pude desarrollar de manera intensa y con ese público maravilloso. Se notó un silencio realmente increíble en la plaza, de atención, concentración, de reflexión mutua. Fue una noche que superó las expectativas que tenía”, reconoció el artista, que en 2019 cumplió 40 años de trayectoria.

No son los escenarios, sino cómo llegas, qué hiciste para llegar

El tercer tema de su repertorio fue “La Patagonia del asombro“, con letra propia y música de Néstor Basurto.

“Las críticas han sido todas buenas, no solamente de los medios de difusión, sino también de los artistas amigos, todos estaban muy contentos. La palabra que apareció siempre es: ‘Te lo tenés merecido‘, eso para mí es el mayor premio porque no llego ahí por azar, por contactos ni dinero, sino llego por mi trabajo y eso para mí es el mayor premio que he tenido en este Cosquín”.

La bailarina Giuliana Mangione de Río Gallegos interpretó a la Viuda Negra. Foto: prensa oficial Cosquín

Recibió el gesto del presentador Claudio Juárez, quien le expresó: “Va a ser un honor para mí presentarte” y le obsequió el texto que había escrito para anunciarlo.

Cabe destacar que además ANCROF y SADAIC lo reconocieron como artista destacado del festival.

“Fue maravilloso todo lo que pasó”. La despedida, de una presentación que se hizo corta para el público, fue con “Que va a pasar un obrero“, acompañada en escenario con los bailarines Donovan Díaz y Giuliana Mangione de Río Gallegos y Martín Catriel Guajardo de Río Turbio.

“Con mi hijo Martín trabajo cada vez que puedo, no trabajo con él porque es mi hijo, trabajo con él porque es un gran artista, por esa condición. Hay que separar el amor que le podés tener como hijo al respeto y valoración que le tengo como artista, me enorgullece mucho”, señaló.

Donovan Díaz y Martín Catriel Guajardo como mineros de YCRT. Foto: prensa oficial Cosquín

“Fue excelente, los tres se comportaron profesionalmente. Para mí fue increíble que tuvieran esa altura con tan pocos años, lo que los hace cada vez más grande, espero que Santa Cruz los disfrute mucho y cuando regresen a la provincia sean los que formen a los bailarines con estos conceptos de solidaridad, compromiso con el trabajo y donde el amor por lo que se hace es fundamental”.

En 2002, cuando subió por primera vez al escenario mayor, fue invitado por Julio Maharbiz. 22 años después, el festival lo convocó. “Jamás presenté propuesta y me llamaron en septiembre, para mi sorpresa y enorme alegría. Me dijeron que ellos creían que tenía que estar en el festival. Pasaron 22 años, pero confirmé mi carácter artístico y creo que fue de una manera óptima. Me voy muy contento y satisfecho con lo hecho, con lo logrado y de la manera en la que llegué al escenario. No son los escenarios, sino cómo llegas, qué hiciste para llegar, creo que hice lo que tenía que hacer: trabajar y trabajar“, cerró.

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