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El 25 de mayo del 2022 quedó grabado a fuego en la Cuenca Carbonífera. Un integrante del Ejército Argentino fue detenido tras haber participado por los actos oficiales de la Revolución de Mayo.
Se trata del caso de JY, un cabo que fue detenido por orden de la Justicia, tras haber encontrado suficientes pruebas para mantenerlo tras las rejas, acusado de haber abusado de las hijas de su pareja cuando ella no estaba en la casa que todos compartían en la base que la fuerza armada tiene en el Regimiento de Ingeniería Mecanizado 35 (Rospentek)en el barrio Gran Malvinas, también llamado barrio Militar.
JY es oriundo de Formosa y hace un casi una década había sido trasladado al sur del país para defender la soberanía nacional en el cordón andino sur.


Desde 2018, JY mantenía una relación con una mujer que había conocido en 28 de Noviembre y habían decidido unir sus caminos. Ella ya tenía tres hijas que que, por esos días, tenían 11, 16 y 18. Ambos tuvieron una más que actualmente tiene 6 años de edad.
En la época de la pandemia, la mujer debía viajar diariamente a 28 de Noviembre para trabajar, de tres a cinco de la tarde. En este horario es en el que el hombre violaba a la menor de diez. “Compraba” su silencio diciéndole que “sólo era un juego” y que “era un secreto entre los dos“, dijo la nena en la cámara Gesell.
Quizás los abusos se hubiesen extendido en el tiempo de no ser que la mujer, una noche, se levantó a tomar agua y encontró a la mayor de sus hijas llorando en un rincón. “¿Qué pasa, hija? le preguntó, a lo que la joven le respondió que JY la había manoseado.
La madre de las víctimas realizó la denuncia y, tras el desfile, comenzó un segundo episodio en la vida de la madre y de las víctimas.
JY se mostraba en las redes sociales como “un familiero, incluso nos decía que siempre sonriamos para las selfies“, dijo por aquellos días la mujer, quien calificó al hombre como “un lobo vestido de cordero, un psicópata que además tiene tatuado al divino Niño Jesús“, comentó sobre la imagen que el acusado tiene sobre el corazón.
Para que los abusos no salieran a la luz, JY tenía amenazadas a sus hijastras. “Si decís algo la familia se va destrozar, a tu hermanita más chiquita le va a pasar lo mismo que a ustedes, van a tener su papá lejos. Le decís a tu mamá y se va a ir todo al carajo”, es sólo una de las frases que el cabo primero le decía a la mayor de 18 años.
En paralelo, desde que JY quedó detenido en la Comisaría de 28 de Noviembre, comenzaron a vivir situaciones extrañas, como la presencia de pájaros atados en el portón de la casa, además del auto de la mujer que apareció con sus ruedas tajeadas.
“No hay dudas que es personas que ésta basura manda para hostigarnos” dijo la madre en declaraciones a La Opinión Austral. Incluso, el detenido pidió un préstamo desde la cárcel poniéndola a ella como garante. Estas maniobras serían pergeñadas por esta persona para no dejar “tranquilas” a la mujer y a sus hijas.
El reclamo por el pedido del préstamo, viene de la mano que, tanto la vecina como otras mujeres de la agrupación “Yo sí te creo” vienen realizando. Es que cuentan con pruebas de que los internos en la Cuenca Carbonífera tienen acceso a celulares que pueden tener redes sociales, algo que está completamente prohibido.
Una situación particular tuvo lugar en las inmediaciones de la Comisaría 28 de Noviembre el pasado 24 de mayo cuando las mujeres realizaron una manifestación. Con ayuda de un altavoz, las vecinas hicieron visible su reclamo. Lo que no esperaban es que, durante un silencio entre las alocuciones escucharon algo que les heló la sangre.
“Callensé, caraduras” dijo alguien desde el interior del patio de la dependencia policial. Era JY. “Lo reconocí, era una voz como militar” recuerda la vecina en declaraciones a este diario. “Fue algo que me dejó congelada por un segundo pero pude replicarle” expresó.
Lo cierto es que la ex pareja de JY ha luchado incansablemente desde el primer momento que conoció todo lo que sucedía buscando justicia. “Iban pasando juicios de otras compañeras pero del mío, nada” recordó en declaraciones a La Opinión Austral. Fuentes judiciales consultadas indicaron que el próximo martes 17 de junio, JY finalmente será sentado en el banquillo de los acusados.
Aquel martes , se cumplirán 1119 días desde la detención del acusado y, posiblemente, sea el primer paso para que la familia de las sobrevivientes puedan comenzar a cerrar este episodio tan triste y aberrante de sus vidas.
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