“Estábamos caminando por la vereda , la policía subió y limpió a la gente que estaba tirándole gas pimienta, inclusive a mi que me había adelantado para poder narrar lo que estaba pasando. Están corriendo a la gente, incluso por la vereda, ustedes lo pueden ver. Le decía a la gente que se subiera a la vereda y desde ahí le tiraron gas pimienta. Una de las personas que estaba en la vereda era yo. Había unas mujeres sentadas tomando un poco de respiro en una de las esquina y le tiraron gas pimienta”. Así relató en vivo y en directo por Crónica TV la periodista Agustina Binotti parte de lo que estaba pasando afuera del Congreso de la Nación, luego de que los diputados aprobaran por 144 votos a favor la Ley ómnibus que Javier Milei envió al parlamento.
No fue la única mal experiencia con la Policía Federal ese día. “También nos golpearon por preguntar los nombres de los que se llevaban detenidos. Exceso de la fuerzas sobre todos”, agregó al agradecer que el resto de los medios se hicieron eco de la represión que estaban sufriendo manifestantes y trabajadores de prensa.
El Sindicato de Prensa había contado hasta el viernes unos 25 trabajadores de medios heridos de las fuerzas de seguridad a trabajadores y trabajadoras y aseguró que fueron “ataques deliberados”. Recibieron impactos de bala de goma, golpes y daños provocados por gases lacrimógenos, como Agustina Binotti que llegó a correr la cara a tiempo y el gas no ingreso a los ojos pero que le quedó ardiendo el resto del cuerpo hasta tres horas después.
Al menos una decena de médicos que atendieron a manifestantes atacados en la represión del miércoles fuera del Congreso aseguran que el gas pimienta utilizado tiene nuevos componentes y es más nocivo por generar lesiones dermatológicas graves como quemaduras, problemas respiratorios y ardor persistente. En la sesión de la Ley Ómnibus, la diputada Miriam Bregman adelantó que denunciará ante la Justicia la utilización del “gas ilegal”.
La noche anterior, tras la segunda represión, el presidente Javier Milei apoyó el accionar de la policía con dos tuits a los que les dio un “like”. “Se llevan detenidos a los violentos piqueteros de Grabois que estaban tirándole piedras a los policías”, decía uno de los mensajes en la red social X (ex Twitter). “LLEGÓ EL CAPRICHOSO A LA MANIFESTACIÓN. HOLA CAMIÓN HIDRANTE, LISTOS PARA EL BAÑO”, fue otra de las publicaciones celebradas por la investidura presidencial.
El Gobierno de la Ciudad confirmó que hubo un saldo de 13 detenidos y cuantificó en 50 millones de pesos los daños al patrimonio público que se registraron.
“En la noche de ayer detuvimos a 12 mayores y un menor, algunos con antecedentes policiales”, precisó el ministro de de Seguridad porteño, Waldo Wolff, quien aclaró que “las personas están identificadas” pero por ley no pueden revelar su identidad.
“Vamos a hacer las acciones legales como para que lo paguen los detenidos y las organizaciones sociales que convocaron a esto e hicieron esos destrozos”, anticipó Wolff, en sintonía con las directrices de la ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich.
En la plaza del Congreso se habían ubicado los militantes de distintas agrupaciones y gremios como la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A), el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Polo Obrero, Partido Obrero, Libres del Sur, Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Izquierda Socialista, entre otros.
Desde un primer momento los efectivos de las fuerzas de seguridad buscaron mantener sobre la vereda a los que protestaban. Una larga fila de efectivos de la Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) hacia las veces de una valla humana que impedía que corten la avenida Entre Ríos.
Poco antes de las 20 las fuerzas de seguridad abrieron el tránsito y comenzaron a pasar los autos por calle Rivadavia. Media hora más tarde, los efectivos se replegaron unos metros y un grupo de jóvenes hizo una fogata. De pronto apareció un camión de bomberos pero no avanzó. En cambio lo hizo una columna de efectivos de la Prefectura con escudos, bastones y cascos. Desde atrás aparecieron motos de la Federal, sobrepasaron a los prefectos y comenzaron las detonaciones. En la oscuridad repartieron palos, el spray de pimienta y balas de gomas. Cuando las tropas superaron la fogata, reapareció el camión de bomberos y rápidamente apagó las llamas.
De repente cinco efectivos de la Federal se lanzan contra un joven que portaba una cámara en la esquina de Rivadavia y Callao. Se lo llevan entre seis policías como si se tratara de un feroz delincuente. Visiblemente golpeado y agotado por la golpiza tomaba aire para gritar su nombre. En el medio del bramido de las motos y los gritos decía que se llamaba Sergio Rivotta.
A metros de allí, detuvieron a otro, el periodista chileno Pablo Sabando Aburto que hace seis años reside en la Argentina. No serían los últimos. La estrategia de los efectivos policiales era clara. Avanzar, recuperar terreno, agitar a los manifestantes, irritarlos para luego retirarse. Entonces, una vez que los manifestantes volvían a bajar a la calle las fuerzas de seguridad reiniciaban su cacería.
LaCoordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) contabilizó al menos 14 detenidos en lo que calificó como la “cacería en Congreso”: Joaquín Suárez, Pablo Andrés Sabando Aburto, Sergio Luciano Rivotta, Juan Marcelo Yrigoitia, Juan Carlos Denuble, Joaquín Arrúa, Pedro Andrés Esquivel, Federico Blas Trietsch y Joaquin Zuanich.
En otro punto del Congreso efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) avanzó sobre un grupo de jubilados que llegó con cacerolas y una bandera para manifestarse en contra de la aprobación de la ley ómnibus. Según informaron los canales de noticias, no estaban cortando la calle por completo, sino que había un carril liberado. En las imágenes se pudo ver cómo la infantería de la PSA llegó con los escudos para empujar a las personas que se encontraban en el lugar, a quienes les agredieron con gas pimienta. Víctor, uno de los jubilados en el lugar, contó ante TN que eran como unas 30 personas, que le pidieron a los efectivos que se retiren, aún así avanzaron contra ellos. “Todos reaccionamos porque le pegaron a un compañero nuestro, reaccionamos porque es lo que hay que hacer”, dijo.
Gracias por hacerse eco, estoy bien.
día tres.
Por estar en la vereda para contar lo que pasaba, porque les molesta que mostremos lo que le hacen a la gente, me tiraron gas pimienta
Pude correr la cara y no me entró a los ojos, sí al resto del cuerpo que -casi 3 horas más tarde- sigue ardiendo
(Dije demasiadas veces vereda, ya lo sé. Es que enfaticé que ahí supuestamente sí “se podía estar”, zaraza bullircheana)
Represión en el Congreso: más de 25 trabajadores de prensa fueron heridos
Recibieron impactos de bala de goma, golpes y daños provocados por gases lacrimógenos. El SiPreBa repudió el ataque a la libertad de expresión. “Rechazamos los ataques deliberados de las fuerzas de seguridad a trabajadores y trabajadoras de prensa”, manifestaron
Durante la brutal represión policial desatada en el marco de las manifestaciones contra la Ley Ómnibus que intenta aprobar el oficialismo en la Cámara de Diputados, trabajadores de prensa de diversos medios resultaron heridos y varios de ellos debieron ser atendidos por personal médico.
A raíz de esta situación, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires emitió un comunicado repudiando los hechos. “Repudiamos la represión contra quienes se manifestaban en el Congreso de la Nación mientras se discutían las reformas regresivas para la sociedad contenidas en la llamada Ley Ómnibus. Asimismo, rechazamos los ataques deliberados de las fuerzas de seguridad a trabajadores y trabajadoras de prensa que sufrieron heridas por hacer su trabajo”, manifestaron desde el gremio.
“Contabilizamos más de 25 compañeros y compañeras de medios públicos, privados y autogestivos con impactos de bala de goma, golpes y daños provocados por gases lacrimógenos. Muchos de ellos tuvieron que ser atendidos por personal médico”, detallaron.
Asimismo, desde el SiPreBa cuestionaron al DNU por considerarlo “inconstitucional” y a la Ley Ómnibus al caracterizarla como regresiva para toda la clase trabajadora.
En cuanto a la comunicación y el periodismo, señalaron: “Rechazamos el intento del gobierno de privatizar los medios públicos, de cerrar la Defensoría del Público y de terminar con programas de fomento como los FOMECA, decisiones, entre otras, que afectan directamente a la libertad de expresión y al derecho a la información. Nos hemos manifestado siempre pacíficamente y ejerciendo nuestro derecho a la protesta, hoy vulnerado por el Ministerio de Seguridad de la Nación y el gobierno nacional”.
Por último, llamaron a “cesar el accionar represivo en las jornadas por venir” y exigieron “que nuestros compañeros y compañeras puedan realizar su tarea periodística en paz, sin agresiones ni impedimentos”. “La libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia que debe ser defendido, garantizado y respetado por todos los poderes del Estado y por todos los sectores políticos y económicos que forman parte de nuestra sociedad”, concluyeron.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario