Cristina Fernández de Kirchner les explicó que “nadie es libre si no le dicen la verdad, si le venden gato por liebre”. Entonces entró de lleno en la discusión y con su discurso cambió el paradigma de la polémica sobre la casta. Sin nombrarlo a Javier Milei -ni a él ni a Patricia Bullrich, en todo su discurso-, le apuntó al centro de su campaña. El problema no es la “casta política”, el “derrumbe” argentino está asentado en la “casta de economistas neoliberales” que llevaron adelante políticas de endeudamiento y de destrucción de la industria nacional.
Cristina trazó una línea histórica que arrancó con José Alfredo Martínez de Hoz y continuó con Domingo Cavallo y Carlos Melconian, y llega a las propuestas liberales de hoy. “Esta es la verdad de la milanesa”, aseguró.
Todo su discurso lo dedicó a explicar las razones de la altísima inflación y de la pobreza. Y de las inconsistencias de las recetas que nos quieren imponer en esta campaña. “Es imposible ir con la motosierra porque no te dan los números para hacer lo que querés hacer”, dijo. Clarísimo.
Los problemas económicos de hoy vienen del alto endeudamiento y de las imposiciones del Fondo Monetario. Sin vueltas.
Dejó en claro su apoyo a la candidatura de Sergio Massa y tiró varios ejes de campaña:
- “El voto fue racional, la sociedad no se derechizó. Querer vivir bien, dignamente no es de derecha, es de peronista”.
- “No hay que enojarse con nadie por lo que votó, hay que discutir y explicar. Que cada argentino sepa cuáles son los números e identificar el verdadero problema”.
- “No digo que las cosas estén bien, pero tenemos que discutir los problemas que tenemos sin enojarnos, sin ser corporativos”.
- “Hubo mucha expectativa (con este gobierno) y no se pudo cumplir y yo les pido perdón por eso. Pero hay que meterle para adelante porque necesitamos que la sociedad argentina sepa cual es realmente el problema real de nuestra economía”.
Se esperaba su palabra, su “aporte” tal como ella lo definió. Y llegó con claridad. Con la misma que, ella misma lo señaló, anticipó que la elección de agosto se iba a dividir en tercios.
“Nadie se acuerda bien del gobierno anterior (de Mauricio Macri), de lo que hicieron, porque si no no hubiera aparecido una tercera fueza”, explicó.
En una hora y veinte minutos Cristina explicó ayer las raíces del derrumbe y lo identificó en las viejas-nuevas políticas económicas neoliberales que quieren implantar nuevamente en el país.
Ah, me olvidaba, no habló de las causas judiciales en su contra ni del “law fare”. Como le habló a quienes la esperaban en la calle, con eso no “la van a correr”. Quiso discutir otras cosas. Y lo dejó bien claro.
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