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Fue un amigo y ex funcionario de Mauricio Macri durante su presidencia, quien hizo la reflexión más fuerte y pintó con total crudeza la difícil relación entre el jefe del PRO y el presidente Javier Milei.

Fernando De Andreis -ex secretario general de la Presidencia de Macri-, publicó unas líneas en X: “Como el escorpión que mata a la rana que lo está ayudando a cruzar el río, no pueden resistirse, está en su naturaleza”.

Lo hizo después del encuentro -que intentó ser secreto- entre Macri y su “enemigo” en el gobierno, Santiago Caputo.

El escorpión y la rana es una fábula generalmente atribuida a Esopo. El escorpión le pidió a la rana que lo cargara para cruzar el río, la rana le dijo—¿Cómo sé que no me picarás? El escorpión respondió: —porque haría que ambos nos ahogáramos. La rana aceptó; y a la mitad del río el escorpión picó a la rana. Cuando la rana le preguntó ¿por qué?, si los dos vamos a morir; el escorpión respondió: —es mi naturaleza.

La moraleja es interpretada como la pintura de personas cuya ambición es tan desmedida que no tienen problemas en acabar con otros pese a que lo mantienen a flote.

La reflexión del íntimo amigo de Macri no apunta solamente a Santiago Caputo, sino que también lo hace con Javier Milei.

Si bien esa relación se manifestó muy compleja desde el mismo momento en que Macri decidió apoyar a Milei en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, esta semana puede marcar un punto bisagra: la ratificación o el rechazo en la Cámara de Diputados del veto presidencial a la ley de financiamiento universitario.

Macri fue crucial en el apoyo al veto a la reforma de la movilidad jubilatoria aportando a los “87 héroes” agasajados con el asado en Olivos, como lo fue cuando ordenó a sus legisladores voltear el DNU de los fondos reservados para la SIDE. Macri le hace a Milei tomar conciencia de que su gobierno lo necesita.

El Gobierno trabaja en el poroteo para sostener la medida del Presidente en el Congreso y sabe que sí o sí necesita los votos del PRO. Ante esa votación ajustada y la contundencia de la marcha al Congreso, el Presidente puso en marcha un operativo para recomponer la relación con el macrismo.

De ahí que Santiago Caputo lo llamó a Mauricio Macri y lo recibió en sus oficinas fuera de la Casa Rosada. Lo hizo después de que Macri dejara públicamente un mensaje terminante: “Nos reunimos a comer milanesas y después no se cumple con lo que acordamos”. Igual, hace tiempo que no hay milanesas.

Macri le brindó a Caputo una extensa lista de quejas: el ataque de los trolls, el armado partidario de Karina Milei que apunta a los votantes del PRO, la oposición en la Legislatura porteña a la administración de Jorge Macri, y por supuesto, el “ninguneo”.

Tras conocerse el encuentro -el Gobierno acusa a Mauricio Macri de filtrar la reunión-, las versiones fueron distintas. El Gobierno asegura que fue en “buenos términos” y dejó trascender que Macri pidió poner hombres suyos en sectores claves de la administración libertaria. Desde el macrismo se advirtió que el ex presidente fue duro con sus reclamos y que se fue del encuentro sin dejar en claro qué harán sus legisladores respecto del veto al financiamiento universitario.

¿Qué pasó realmente?

Una pista. Este domingo por la mañana Macri publicó un extenso mensaje en redes sobre el tema universitario.

La defensa de la universidad pública, su acceso libre, gratuito y democrático, requiere poner fin al uso político de los recursos universitarios”, planteó a través de su cuenta de X. Pese a su mensaje, el fundador de Juntos por el Cambio evitó precisar la postura que adoptará el espacio que lidera en la sesión que tratará el veto.

“La UBA enfrenta una crisis de transparencia; desde 2015 no ha presentado ni una sola factura. Lo cierto es que acá no se está discutiendo la autonomía universitaria. Tampoco se está cuestionando el acceso a la universidad ni su funcionamiento”, inició su mensaje.

Y lo finalizó: “Es crucial fortalecer las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que son verdaderamente estratégicas”, reclamó y agregó: “La defensa de la universidad pública, su acceso libre, gratuito y democrático, requiere poner fin al uso político de los recursos universitarios”.

Estos puntos son los que unen a muchos de las bancadas “amigas” del Gobierno: La universidad debe seguir siendo gratuita y de acceso libre, pero se deben controlar sus gastos para que no sean usados políticamente.

¿Cómo repercutirá esta lógica en la votación del miércoles? Por lo pronto deja la puerta abierta para una negociación que excede el veto. A las universidades hay que darles los fondos necesarios pero deben ser auditados, sostienen. ¿Se puede solucionar esto con el debate presupuestario?

Este lunes habrá un encuentro del Gobierno con los diputados del Pro. Estos, a su vez, se reunirán el martes para decidir qué postura tendrán el miércoles en el Congreso.

No es que el PRO siempre haya defendido la educación pública”, advirtió irónicamente Guillermo Francos. Agregó además que “no diría si tengo que comer o no milanesas, sino de dónde surgen los fondos para pagar esos recursos que se están pidiendo”.

Macri le vuelve a advertir a Milei, por si intenta olvidarlo, que lo necesita para llevar adelante su plan de gobierno. Tendrán que llegar más milanesas y cumplir las promesas.

La frase de De Andreis sobre el escorpión y la rana grafica una relación muy difícil. Pero para algunos no queda en claro quién es el escorpión y quién la rana en esta historia.

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