La diputada nacional del PRO Silvana Giudici aclaró este domingo que el Gobierno de Javier Milei no es la continuidad del que encabezó Mauricio Macri entre el 2015 y 2019, pero reconoció que existe un “denominador común” entre ambas experiencias que es la intención de “terminar con el régimen kirchnerista”.
La secretaria parlamentaria de la bancada amarilla elogió el rumbo del Gobierno, al señalar que se “está aplicando un plan audaz, de cambio, profundo, que viene dando resultado”.
En otro orden, Giudici cuestionó duramente a los sectores de la oposición intermedia (UCR, Hacemos, Coalición Cívica) por tener una posición zigzagueante respecto al apoyo al “cambio”.
“A veces me parece que es ingenuidad y a veces me parece que hay posicionamientos individuales que apuntan a otro modelo, que no es el que proponíamos en Juntos por el Cambio”, manifestó la ex presidenta de ENACOM, que aseguró que en esta etapa “no se puede estar con tibiezas”.
“A mí no me vas a encontrar votando nada con el kirchnerismo, porque no tengo ni un punto en común con el kirchnerismo”, sentenció, en un tiro por elevación a las fuerzas de la oposición dialoguista.
En este sentido, no dudó en advertir que “hay sectores de la política y del sindicalismo que se resisten al cambio y están tratando de que al Gobierno le vaya mal”, tratando, “primero, de hacer fracasar la ley Bases y, segundo, de que fracase el plan de estabilización”.
“Tenemos algo en común con Milei, que es terminar con el régimen kirchnerista que nos empobreció y nos llevó a esta situación de degradación cultural y social de la Argentina. Ahí tenemos un común denominador”, aseveró la diputada macrista.
¿Cuál es su balance acerca de estos primeros meses de gestión de Javier Milei?
Hay un cambio rotundo en el país y se nota. Hay una característica de este gobierno que es cuidar los recursos y si es por los indicadores económicos me parece que a estos cinco meses la gestión desde la macroeconomía es un plan de estabilización que está dando resultados. Ha bajado la inflación, hay superávit y eso en relación a lo que fue el mal gasto anterior, el déficit, la deuda contraída por los cuatro años de una política populista como fue la de Alberto Fernández y Sergio Massa, me parece que es un cambio muy notorio. Veo mucha adhesión al gobierno de Javier Milei a pesar de que los sueldos han perdido poder adquisitivo y que la crisis económica está pegando de lleno.
Milei se jacta de haber aplicado el ajuste más grande de historia y aún así conserva índices de popularidad muy altos
La gente está esperanzada en que bajando el impuesto inflacionario los salarios van a empezar a correr a la par de la inflación. Y además esa esperanza y ese mantenimiento de la imagen de Milei tiene que ver con un desgaste del kirchnerismo, lo que el kirchnerismo nos dejó en cuatro gestiones con esta última de Alberto Fernández que fue el peor gobierno de la historia.
En los últimos días subió el dólar y hay inestabilidad cambiaria, lo que cual puede trasladarse a precios…
Venimos de tierra arrasada, entonces lo primero que había que hacer era un plan de estabilización, lo segundo es generar un plan de desarrollo productivo. La ley Bases está trabada en el Senado y me da la sensación que hay sectores de la política y del sindicalismo que se resisten al cambio y están tratando de que al Gobierno le vaya mal. Están tratando, primero, de hacer fracasar la ley Bases y, segundo, de que fracase el plan de estabilización.
¿Por qué cree que está empantanada la discusión en el Senado?
El problema es que es un Gobierno en minoría y hay una mayoría todavía vigente y muy resistente a los cambios. Entonces, lo que se está disputando hace cinco meses en el Congreso es el poder real, y hay sectores que quieren que a Milei le vaya mal, de cualquier manera. Atrás de determinadas banderas que todos defendemos, hay muchos que aprovechan para tratar de dañar el plan de estabilización. En esa clave hay que leer todo lo que quiere hacer el kirchnerismo en estos meses.
En la última sesión hubo una declaración fuerte de Alejandro Finocchiaro, su compañero de bloque, diciendo que el kirchnerismo está en el límite del sistema democrático porque quiere voltear al Gobierno.
En el PRO estamos todos de acuerdo, lo vemos todos los días. Toda la discusión de la Ley Bases es cómo hacen para torcerle la muñeca a Milei en uno de sus puntos más importantes del plan de estabilización que es el déficit. Hay sectores que lo que quieren es seguir con la emisión monetaria y con el déficit estatal y sin racionalizar. Con este Gobierno se recortó la intermediación, se denunciaron a todos los piqueteros que se enriquecieron con los planes sociales. Hay cuestiones de sobredimensionamiento del Estado, que cuando vos las empezás a racionalizar las cosas empiezan a funcionar mejor. Y eso es justamente lo que el kirchnerismo no quiere.
Hablando del equilibrio fiscal, ¿está de acuerdo con la amenaza que hizo Milei de vetar cualquier ley opositora que “rompa la caja”?
Esto tiene que ver con la ley Bases. Apenas llegó, el Gobierno planteó una ley, que Diputados se la negó en enero y finalmente salió la media sanción en marzo, no como hubiéramos querido en el PRO pero salió la ley posible y no la óptima. Ahora se la vuelven a negar o demorar en el Senado. Si no le aprueban su plan fiscal y encima le meten leyes para torcerle el brazo y para romperle el plan de estabilización, entonces se entiende que use la herramienta constitucional que es el veto. Lo que le suele cuestionar la política a Milei son las formas. Pero en el fondo, lo que está aplicando es un plan audaz, de cambio profundo, que viene dando resultado.
¿Qué análisis hace del rol de la oposición intermedia, que por momentos ayuda al Gobierno o por otros momentos opera en sentido contrario?
A veces me parece que es ingenuidad y a veces me parece que hay posicionamientos individuales que apuntan a otro modelo, que no es el que proponíamos en Juntos por el Cambio. Nosotros con Mauricio Macri proponíamos un cambio, pero nos quedamos a mitad de camino porque no pudimos reelegir. Ya aprendimos de esa experiencia y creemos que esta es la última oportunidad para el cambio en la Argentina. No se puede estar con tibiezas. A mí no me vas a encontrar votando nada con el kirchnerismo, porque no tengo ni un punto en común con el kirchnerismo.
¿Considera que el Gobierno de Milei viene a completar la tarea inconclusa que dejó Macri porque le faltó tiempo?
No. Ésta no es la continuidad del gobierno de Cambiemos, este es otro gobierno, este es otro momento de la Argentina. La Libertad Avanza es una fuerza nueva que se formó a partir de un outsider que llegó a gobernar. Nosotros tuvimos nuestra candidata (Patricia Bullrich), fuimos con nuestras propuestas. Sí tenemos algo en común con Milei, que es terminar con el régimen kirchnerista que nos empobreció y nos llevó a esta situación de degradación cultural y social de la Argentina. Ahí tenemos un común denominador. ¿Puedo tener alguna discrepancia en algunas cuestiones con La Libertad Avanza? Por supuesto, porque nosotros tenemos un modelo que viene desde la defensa de la educación pública, la institucionalidad, la libertad de expresión y siempre hay algún punto de fricción porque no es nuestro gobierno. Pero coincidimos en lo principal que es la necesidad de que la Argentina salga de esta matriz de pobreza para volver a ser un país desarrollado. Obviamente, en un esquema de frazada corta, va a haber muchos sectores que se sientan más postergados que otros.
¿Por ejemplo?
Tanto la educación pública como el tema de tercera edad nos preocuparon siempre en nuestro gobierno. De hecho, ahora quedó demostrado que la fórmula de Mauricio Macri era mucho mejor que la que planteaba Fernández y, sin embargo, a Macri le tiraron 14 toneladas de piedra y le hicieron la vida imposible. Entonces, ahora queda demostrado que la fórmula que viene a través del DNU empieza a dar un resultado que va a hacer que los haberes previsionales estén a la par de la inflación. Por supuesto vienen de un piso tan bajo que esa mejora no se nota.
La crítica a esa fórmula es que se desengancha de los ciclos de expansión económica y se congelan las jubilaciones en un nivel históricamente muy bajo.
Cuando vos mirás los cuatro gobiernos kirchneristas, fueron lo más dramático que pasó en la Argentina para el sistema previsional. Primero por el achatamiento de la pirámide, después por la suspensión de la fórmula de movilidad que hizo Massa. Después porque hicieron realmente un desastre con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses. Quedaron papelitos, bonos del Tesoro. Y después por todo el desmanejo, en términos de gasto, tanto del ANSES como del PAMI, que han servido para financiar periodistas y para hacer cursos y talleres en vez de ir a la solución que se necesita para los jubilados. Entonces, por supuesto, venimos de un piso tan bajo que toda mejora parece poco.
(Noticias Argentinas)
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia