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*Por Hugo Ferrer

Enrique “Quique” Bordolini era Director escenotécnico del Teatro Colón. Tenía 75 años. Murió el 30 de diciembre. Se fue un lunes, que es el día de descanso de los escenotécnicos después de la labor cumplida, de haber terminado el domingo la temporada. 

Fue un maestro de la escenografía, la iluminación teatral y dejó un legado imborrable en el mundo de las artes escénicas. Formado en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón (ISATC), marcó hitos fundamentales en la modernización y proyección técnica de los teatros más prestigiosos de América Latina y el mundo. 

Bordolini fue responsable del diseño escenográfico de óperas memorables como La Boheme, La Traviata, El barbero de Sevilla, Nabucco y Die Soldaten, Le cantatrici villane, El elixir del amor, Don Pasquale, Un ballo in maschera, Rigoletto, Ernani, Lucia di Lammermoor, Fedora, Attila  y Julio César 

Bordolini y su esposa Imme, con la perra Fedora. Un amor incondicional. Juntos hasta el final. Él la amaba y ella también. Le creó una cuenta de Instagram. Ahora, Fedora se irá a Chile. FOTO: ALBUM FAMILIA BORDOLINI

Cuando realizó La Boheme dejó un testimonio único. “Esta Bohème empecé a dibujarla en el mes de febrero de 2018 y fue entregada cuatro meses después, en junio. Ahí comenzó todo un proceso de estudio, de ingeniería, de verificación de planos de construcción. Obviamente los planos que el escenógrafo entrega después son readaptados por la oficina técnica del teatro que hace la ingeniería de construcción. Hemos pretendido con esta Bohème volver a retomar el trabajo tradicional que se hacía con los artesanos viejos del teatro para hacerle un traspaso de todos aquellos conocimientos en cuanto a construcción, sobre todo, y eso ha sido perfectamente bien asimilado por la gente nueva, por la sangre joven del teatro que han llevado adelante esta maravilla de realización. Se va a sumergir en esa Bohemia pobre pero llena de alegría y llena de convicciones. Un personaje como para poder sobrevivir. La labor de los talleres es impecable: tanto herrería, como maquinaria, utilería y, obviamente, pintura y escenografía han hecho un trabajo extraordinario. Y yo creo que el resultado es único, estoy muy feliz porque es en estas ocasiones,  y con estos títulos que quedan en el repertorio, que el teatro puede lucirse y mostrar su tremenda capacidad de realización. Estos sueños a este nivel, sin ningún tipo de ofensa, se logran solamente en los talleres del Teatro Colón.” 

Con su nieto Dino, a “upa”, en uno de los palcos del Teatro Colón. Esa foto eligió para festejar su cumpleaños. FOTO: ALBUM FAMILIA BORDOLINI

Juan Carlos Labrador, Jefe de sala del Teatro Colón, habló con Crónica: “Tuve la suerte de heredar su afecto porque era muy amigo de mi papá, Manuel Labrador, que fue mayordomo del Teatro Colón muchos años. Él no me decía Juan Carlos, me decía Labrador, y cuando él me decía Labrador, yo sé que lo decía por el placer de volver a nombrar a mi viejo. El día de la presentación de  las nuevas autoridades, cuando estuvo Julio Bocca,  yo pasé caminando, lo vi sentado a un costado, le guiñé el ojo y él me acarició la mano, casi  como una despedida… 

Palmiro Criniti y Enrique Bordolini en el Teatro Colón. “Quique fue como un para mí. Hace 42 años que trabajo ahí y nadie me trató como él.” Viajó desde Chapadmalal para la despedida final. FOTO: GENTILEZA PALMIRO CRINITI

Estaba en pareja con la chilena Imme (Imme Úrsula Möller Stück), tenía dos hijos, Florencia (también en Dirección y Producción en el Teatro Colón) y Fabricio. Y un nieto, Dino, una de sus debilidades. Y la perra Fedora, “La negrita”, su otra debilidad. 

En Facebook e Instagram reveló cómo quería a su familia y a sus amigos. Y cómo lo amaban y admiraban. Mostró cómo fueron sus últimos días meses, años. Los cumpleaños de sus hijos, de su pareja, de su perra y el suyo, el 28 de julio de 2024. 

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Bordolini y su amigo Augusto Techera. Almuerzo y recuerdos. Juntos fueron a Santos Lugares, donde Quique volvió después de 30 años. FOTO: ALBUM FAMILIA BORDOLINI

Dejó su huella en el alma, corazones, fotos y textos, como ir de tapas por San Telmo y los encuentros con amigos para disfrutar hasta la mejor “entraña”, con “Pochito” Singer, Martín Bauer,  “Luisito” Lopez, “Quico” Bello 

El 21 de marzo una de sus “debilidades” estuvo de festejo: “Felices 3 añitos mi nieto querido. Te amo Dino.” 

Augusto Techera, ahora en España en el Teatro de la Maestranza de Sevilla,  recordó lo que hizo en abril de 2023: fueron juntos a Santos Lugares. Después de 30 años Quique volvió. Y en la estación donde tomaba el tren para ir a estudiar al Colón, Techera le hizo la foto con su celular. “Se preparó mucho tiempo para su regreso a su barrio,  a su casa natal, su colegio de los Asuncionistas, su club, sus calles, el santuario de Lourdes, la estación. Fue un momento de peregrinación a su historia.” 

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Bordolini habló de cómo realizó la escenografía. “Estos sueños a este nivel se logran solamente en los talleres del Teatro Colón.” FOTO: ARNALDO COLOMBAROLI/ JEFE DE ARCHIVO AUDIOVISUAL DEL TEATRO COLÓN

La última aparición pública fue el martes 12 de noviembre cuando Gerardo Grieco fue presentado como nuevo director general del Teatro Colón, junto a Julio Bocca, nuevo director de Ballet, y a los nuevos directores y otros que continuaban, como él.  

 Hubo mensajes de los teatros de México, Colombia y Uruguay. El coreógrafo Guido De Benedetti lo despidió con un posteo muy emotivo:Te admiro enormemente por tu talento, tu creatividad, tu nobleza, tu generosidad, tu sabiduría, tu calidez y tu templanza.” Para María Victoria Alcarazex Directora General del Teatro Colón en 2015 – 2022, fue “apasionado, comprometido, solidario, chinchudo, divertido, laburador y gran hacedor. ¡Queda en la historia del Teatro Colón!” 

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La Boheme, una de las obras más recordadas y destacadas. “La labor de los talleres es impecable: tanto herrería, como maquinaria, utilería y, obviamente, pintura y escenografía han hecho un trabajo extraordinario.” FOTO: ARNALDO COLOMBAROLI/ JEFE DE ARCHIVO AUDIOVISUAL DEL TEATRO COLÓN

Palmiro Criniti hace 42 años que trabaja en el Teatro Colón, es Jefe Técnico de Escenario. En diálogo con Crónica dijo que conoció a Bordolini desde los cinco años porque su papá también trabajaba en el Colón. “Era maquinista  escénico como yo.  En estos últimos años fue mi jefe directo. Yo lo quería como un padre. Con cualquiera que hables sobre Bordolini te va a decir que fue el mejor director que tuvimos: amigo, compañero, te respetaba y te daba el lugar y te dejaba hacer.” 

 El 28 de noviembre se presentó Un ballo in maschera. Fue su última ópera. No pudo ir al Colón. Fue la primera vez que no veía una obra suya. “Yo dije: ‘Ya cumplió’”, recordó Criniti. Cuando su obra llegó al escenario, bajó los brazos y a partir de ahí empezó su despedida…”  

Encuentro esperado. “El título es sencillo, ‘amigos del alma’ que se encuentran después de 60 años. Gracias Luisito López, gracias Quico Bello, gracias por buscarme y encontrarme”, fue el posteo de “Quique“ Bordolini.

Criniti ratificó todo el afecto que tiene por Bordolini. “El martes 31 llegué justo desde Chapadmalal para la despedida ahí, en la puerta del Colón. Después nos fuimos a acompañarlo con Imme, su pareja, su vida.” Dino, el nieto de “Quique”, estuvo el martes 31 en la despedida. Ahí, en el Teatro Colón, donde su abuelo lo llevaba, le hacía “upa” y desde los palcos veía sus creaciones y la magia.  

Fedora volverá a Chile con Imme. Criniti le relató a Crónica una anécdota final: “Me decía Imme que en los últimos días Fedora se subía a la cama. Quique ya estaba con mucho dolor y ella no entendía lo que le pasaba. La perra lo amaba y él también.” 

Cuando se abra la temporada del Teatro Colón Enrique Bordolini tendrá su homenaje. Será en “su casa”, donde su figura aún hoy su obra y su nombre se agigantan cada día más.    

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