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Polémica y fuerte denuncia. Organizadores de los eventos nocturnos mostraron su malestar con el Municipio de Pinamar debido a un rechazo desencadenado por la determinación de las autoridades municipales de no renovar las habilitaciones correspondientes, según pudo conocer Crónica.

Por su parte, esto empresarios denuncian que dicha medida es arbitraria y discriminatoria, dado que aseguran que el ejecutivo municipal habilitó, por decreto, a un balneario a realizar fiestas por la noche, sólo por “vínculos amistosos”.

Pinamar, su playas y paseos hacen del veraneo una alternativa para los turistas por su amplia y atractiva oferta nocturna, principalmente. En esta línea, quienes efectuaron esta denuncia dicen que “sin embargo, en esta edición dicha marca registrada de la ciudad fue pulverizada, cuando el 22 de diciembre pasado, el Municipio nos informó a los empresarios de la noche que no habría habilitaciones a ninguno de sus eventos, sin abundar los argumentos”.

Por su parte, Ezequiel Alfaya, miembro de la Cámara de Empresarios de Discos y Bares de la Provincia de Buenos Aires, señaló que “casi en el inicio de la temporada nos informan que no renovarían los permisos. Nosotros ya teníamos los informes siniestrales aprobados, habíamos avanzado con las contrataciones, y de un día a otro vienen y nos dicen que dejaban todo stand by, lo cual nos ocasionó grandes pérdidas”.

En tanto, el último 11 de enero, al advertir que los días pasaban y no se efectuaban cambios, ni tampoco se evidenciaban intentos de hacerlo, los organizadores de las fiestas nocturnas se convocaron en el Concejo Deliberante, mientras se llevaba a cabo una sesión y su reclamo sólo profundizó aún más la bronca ante la falta de respuestas de los concejales, e incluso del Ejecutivo local.

En ese momento, la Secretaria de Gobierno de Pinamar, Victoria Chust, ratificó la “imposibilidad de brindar habilitaciones por decreto”, indicaron.

Cinco días después, el 16 de enero, el Intendente Juan Ibarguren firmó un decreto en el que autorizaba la puesta en marcha de “la Fiesta Polenta”.

Al respecto, Alfaya remarcó que “el evento no cuenta con el informe antisiniestral, pero pueden ingresar más de 2.000 personas”. No obstante, por si fuera poco, el empresario afirmó que dicha organización tiene lugar en “un parador cuyos dueños mantienen una relación cercana con el intendente”.

De aquí que sospechan de una supuesta arbitrariedad que también despertó indignación en muchos de los concejales locales. Uno de ellos, Gregorio Estanga, enfatizó que “es un papelón generar favoritismo para aquellos más cercanos a ellos, y que colaboraron en la campaña electoral. Mientras al mismo tiempo intiman a los musicos, a los bares, todas las temporada, sin una figura clara”.

Esta controversia que no solo afectó a los empresarios de la nocturnidad, sino también a la propia Pinamar, puesto que ha generado una estampida de turistas hacia ciudades vecinas, que sí cuentan con una oferta nocturna.

Al mismo tiempo también repercutió en el empleo local, cristalizándose en un 10 % de las contrataciones laborales, en comparación a temporadas pasadas. Por su parte, Alfaya reveló que otro factor desencadenante del decreto radica en “una monoplización de la noche, y eso lleva a que una entrada que debe costar 6.000 pesos, valga 25.000 pesos”.

Así las cosas, la exigencia de los organizadores de eventos explotó a más de 10 días de la asunción de Ibarguren como Intendente.

También, Estanga expresó que “esta gestión tiene la misma estructura condactual que la anterior, y por lo tanto conserva los métodos, generando una inequidad en la organización de la nocturnidad. El intendente actual fue Secretario de Turismo y de Hacienda. Por eso, no puede decir que es nuevo en la administración municipal”.

Por último, señalaron que “en enero que es el mes de mayor convocatoria nocturna, en el cual el negocio se potencia, ya quedó atrás”, y por lo tanto, los empresarios aseguraron que “la temporada está pérdida. Nos da una bronca barbara”.

Debido a esto Alfaya concluyó “Le solicitamos al ejecutivo que de una vez por toda resuelva la problematica de la nocturnidad y que la ley sea pareja para todos y que no haya amiguimismos”. Una demanda que continúa sin respuestas, y que tiende a quedar postergada hasta el verano próximo en Pinamar.

 

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