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Fabiola Yañez rompió el silencio tras realizar el pasado martes una denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género, lo que llevó al juez federal Julián Ercolini a prohibirle la salida del país al expresidente y a ordenar medidas de restricción y protección. “A ese hombre lo he cuidado de tantas cosas que él ha hecho”, reveló la exprimera dama.
En una entrevista que brindó Infobae, Fabiola -quien residente actualmente en Madrid, España– relató el calvario que habría vivido durante su relación con el exjefe de Estado. Además, se refirió a la filmación de Fernández con la conductora Tamara Pettinato en el despacho presidencial, así como a las imágenes impactantes de ella con moretones en el rostro y el brazo.
“Estoy pasando un momento como nunca antes imaginé. Por algo que no salió de mí, sino que surgió a raíz de una causa. Sale del teléfono de otra persona. Yo nunca hubiese hecho algo así porque jamás quise exponer a mi hijo o que él tuviera que ver algo de esto algún día. Y ahora lo va a tener que ver. Salió de un teléfono de una causa por corrupción”, dijo al mencionado portal.
Cabe recordar que la preocupante relación entre Yañez y Fernández se reveló a través de mensajes, fotos y un video compartidos con María Cantero, quien fue secretaria del exmandatario y está siendo investigada en el caso Nación Seguros.
Fotos con golpes en el rostro y el brazo: “Al verlas, me destruí”
Respecto a la difusión de sus imágenes con hematomas, expresó: “Al verlas, me destruí, pero me destruí por mi hijo. Yo jamás hubiese querido que saliera una foto así de mí. ¿Qué mujer quiere verse en todos los programas de televisión y en los medios del mundo así? No entiendo cómo se filtraron los chats y por qué se guardaron las fotos para el último momento”.
En ese sentido, aseveró que “mi familia está sufriendo por ver esto. Tengo a mi familia toda separada porque mi mamá tuvo que venir a apoyarme a mí hace más de un año y medio. Tuvo que dejar a su esposo, alejarse de su hija, de mi hermanita que tiene 17 años y estaba terminando el secundario. Y acá estamos solas, obviamente. Y en Olivos yo siempre estuve sola, porque mi familia vivía a más de mil kilómetros. Yo siempre estuve sola”.
En relación al chat en el que asegura haber sido lastimada durante tres días, en un período que se especulaba coincidía con su embarazo, Fabiola aclaró: “En realidad, lo peor fue el último año cuando me fui a vivir a la casa de huéspedes“. Y agregó: “Tuve que salir en pantuflas y bata e irme ahí”.
La exprimera dama ahondó en los sórdidos momentos que le tocó vivir con el exmandatario y en su ruptura: “¿Cómo una persona con tanta impunidad te hace una cosa así? Entonces ni siquiera le contestaba. Y después tomé la decisión. En julio más o menos. Cuando empezaron a decir que estábamos separados, era verdad. Solo que no lo querían decir. Obviamente, si yo me iba de Olivos iba a ser un escándalo”.
Sostuvo que “todavía queriéndolo ayudar, me voy a vivir a la casa de huéspedes, donde él cada vez que llegaba abría la puerta. Pero no es que me golpeaba la puerta para entrar. Abría la puerta así, de un portazo. Y yo ahí viví con mi hijo el último tiempo. Empezaron desde antes de agosto, todas las semanas, a darme un cuento distinto: ‘Mañana te vas’, y así. Pero no me dejaron ir hasta el 2 de diciembre”.
Video entre Alberto Fernández y Tamara Pettinato
En cuanto a los videos con Tamara Pettinato, precisó: “Los encontré en el teléfono de mi hijo. Había otras fotos y había otras personas. Él cometió el error, o no sé, la desprolijidad, llámelo como queramos. Había un teléfono que no se utilizaba, y con ese yo le ponía música para dormir a Francisco. Un día volviendo de Chapadmalal, se lo dimos para que el nene estuviera tranquilo”.
Indicó que “el nene, con un año y medio, ya sabía cómo manejarse. Mi mamá, que estaba al lado de él, le sacó el teléfono y me dijo: ‘Fabiola, ¿qué es esto?’. Me lo entregó. Había una foto de una mujer desnuda. Obviamente, se la habían enviado a él. Y empiezo a mirar y descubro que estaban esos videos”. A su vez, detalló: “A esa altura ya estaba adormecida, porque esto ocurría todo el tiempo. El trabajo psicológico que habían hecho conmigo había normalizado esas situaciones”.
Declaró que la infidelidad, incluso con famosas, era algo común en el expresidente: “Recibía cosas todos los días, las mismas mujeres me las mandaban”. Y se preguntó: “¿Cómo es esa desprolijidad de darle un teléfono a un niño donde tenés conectadas tus cuentas y tus cosas?”.
Remarcó que “hoy me siento más fuerte que nunca. En aquel momento yo estaba viviendo de una forma en la que no me dejaba ni siquiera estar íntegra para mi hijo. Por eso decidí irme del país, por mi hijo. Porque si no, no íbamos a poder ir a ningún lado. Yo menos, porque a mí me destruyeron en vida. Yo en Argentina no iba a poder trabajar, no iba a poder salir a la calle, iba a tener que volver a estar encerrada como había vivido todo el último tiempo”.
“No puedo contar exactamente lo que pasó. Todas estas cuestiones las manifesté en el material que se grabó. Y así como yo tenía que resguardar mi integridad, por el miedo que tengo… hoy no podía salir de mi casa, pusieron inhibidores para que yo no pudiera salir. Inhibidores que hacían que el auto se apagara”, sostuvo.
Dijo que en Olivos sabían “lo que estaba pasando”, en alusión a los episodios de violencia de género, pero nadie le ofreció asistencia. “Es más, fui a buscar ayuda a la persona que tenía la responsabilidad de velar por eso…”, mencionó, refiriéndose al Ministerio de la Mujer.
“Pedí ayuda (al Ministerio). Salieron ahora a defenderse cuando no me defendieron a mí, mientras me defenestraban. Decían barbaridades de mí. ¿Cuándo salió alguna de esas personas pertenecientes a ese ministerio? Me maltrataron durante cinco años. Solo se dedicaron a hablar de frivolidades y de mentiras”, criticó.
Y reiteró que “mostré y pedí ayuda. Una persona las vio (las imágenes) y ahora me envió un mensaje diciendo: ‘Vos nunca me pediste ayuda. Dijiste que ibas a venir al ministerio’. Si yo iba al ministerio, salía en los diarios”.
Señaló que la exsecretaria de Fernández estaba al tanto de lo que sucedía, pero “me hicieron pasar por enferma”. En relación con esto, comentó: “Me amenazaron con decir que estaba enferma y que una persona iba a ayudar a que eso fuera verosímil”.
“Había gente que lo sabía porque hubo alguien que se los dijo. Las personas más allegadas a él sí lo sabían y no hicieron nada. He tenido que escuchar a amigos diciéndome: ‘Tengo un cargo de conciencia porque yo lo sabía. Y yo sí tenía el poder para decirles a ellos que hicieran algo’. Pero nadie hizo nada,” sentenció.
Yañez también habló sobre las versiones de que Alberto Fernández no es el padre de su hijo: “Que mañana mismo manden a alguien a hacer un ADN. Van a tener que responder ante la justicia semejantes barbaridades que han dicho”.
Por otro lado, se refirió a la reunión en Olivos durante la pandemia que indignó a la ciudadanía y sostuvo que Fernández le atribuyó a ella la responsabilidad: “Lo hizo más de una vez. Incluso teniéndome sentada frente a él en un lugar con muchísima gente, él dando una conferencia con muchísimos periodistas. Y lo volvió a repetir estando yo sentada enfrente de él y embarazada”.
Lo definió como “otro juego psicológico que me hicieron. Como decir que perdieron las elecciones legislativas por mi culpa. Me lo repetían todos los días. Elecciones legislativas que el peronismo históricamente jamás ganó. Porque él se desligó de la responsabilidad de haber hecho esa reunión, haber estado ahí y echarme la culpa y decir que yo organicé un brindis. Yo no organicé ningún brindis. Eso no es verdad”.
Acoso telefónico y terrorismo psicológico
Aseguró que decidió efectuar la denuncia por violencia de género contra Fernández por el “acoso telefónico y terrorismo psicológico” que padeció. “Esta persona estuvo durante dos meses —están todos los chats y muchas personas lo saben— amenazándome día por medio con que si yo hacía esto o lo otro, se iba a suicidar. Eso no se hace, eso es un delito. ¿Cómo voy a estar yo entera para mi hijo si tengo a una persona diciéndome esas cosas? Fue lo último que esta persona hizo”, expresó.
“Viví una situación muy horrible. Cuando él no se dio cuenta de que me estaba hablando, tenía el teléfono en altavoz y él dijo que mi mamá y mi hermanita eran… No voy a decir la palabra que utilizó… que las estaba manteniendo. Cuando no tengo ni una empleada. Eso fue una manera de reclamarme una cuestión económica y despreciar a mi familia también. Mi hermana lo escuchó y se largó a llorar”, relató.
Justamente, rememoró que debió aislarse de sus vínculos: “No podía ir a un restaurante con mis amigas. Porque tenía que pasar toda la noche contestando los mensajes en lugar de poder hablar con ellas, desahogarme un poco o divertirme como cualquier persona normal, común y corriente”.
Y amplió: “Tuve que comenzar a invitarlas aunque sea una vez por semana o cuando podían a comer al departamento. Porque si no era insostenible. Hay testigos de eso. Y hay gente que lo sabe y que está dispuesta a hablar si tiene que declarar. Y no fui yo la que lo contó. Vuelvo a repetir, porque yo lo he cuidado de tantas cosas que él ha hecho, que esos videos que aparecieron el otro día son poca cosa al lado de las cosas que ha hecho”.
Afirmó que en la casa de huéspedes también sufrió violencia: “Que una persona entre a tu intimidad hasta abrir no solo la puerta de entrada sino la de la habitación para ver qué estaba haciendo, qué podía estar haciendo…”, al tiempo que manifestó: “Al revivir todas esas cosas que pasaron me di cuenta que no era normal”.
Fabiola expresó temer por su propio bienestar y por el de su hijo, que tiene en común con el expresidente: “Hoy tengo miedo de volver a mi casa. ¿Qué voy a hacer con mi hijo? ¿Por qué inhibieron todo el lugar? Para que no pudiera salir de mi casa. ¿Cómo vuelvo? ¿Qué hago con mi hijo y con mi mamá? Bueno, por ese miedo y por lo que grabé con quienes firmamos un contrato de confidencialidad”.
Consultada acerca de cómo sobrelleva su día a día en la capital española, sostuvo que “han dicho que vivo una vida de lujo. Yo no tengo empleada y no tengo niñera. Mi mamá es la que me ayuda con mi hijo y es la que está sosteniendo todo. Dijeron que me vieron caminando por calles donde están las marcas de lujo, pero jamás fui a caminar a ninguna de esas calles. Eso es mentira”.
Hizo hincapié en que tomó la determinación de dar a conocer lo que vivió por “todas las mujeres que sienten que no pueden hacer nada y que son víctimas de este tipo de violencia, ya sea psicológica y/o física, la que sea. Yo no puedo permitir que esas mujeres no estén respaldadas por algo y yo guardarme una verdad que puede ayudar a un montón de mujeres”.
Afirmó que “por eso también lo hice. Porque no hay cosa que me duela más. Yo jamás fui feminista, pero la violencia hacia la mujer es una de las cosas más repudiables que puede existir en este mundo. Y cuestiones que quedaron en el siglo XVIII, en el siglo XV, como que encima te quieran hacer pasar por enferma. Si lo hicieron conmigo, ¿qué pueden hacer con esas mujeres? Por eso lo hice”.
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