Una familia de Bahía Blanca tomó una abrupta decisión al abandonar la casa en la que vivía por una insólita razón: la vivienda estaría “embrujada”. Mario y Carina, junto a sus dos hijos se había mudado a esa casa que era de los padres de ella, sin embargo, con el tiempo comenzaron a vivir sucesos extraños.

“Nos fuimos a vivir a esa casa, que era de la familia de Carina porque recién empezábamos y teníamos a nuestros hijos muy chiquitos”, explicó Mario.

Cuando se iba el sol empezaba el infierno y apenas podíamos dormir. Pasamos varios meses así, hasta que una madrugada, nos fuimos”, contó el hombre en diálogo con La Nueva.

La familia recurrió a videntes y parapsicólogos pero nadie pudo darles una solución. El matrimonio no estaba solo, en la misma casa ubicada en el barrio de Villa Mitre, también vivían las hermanas de Carina.

“A la noche, cuando esta presencia se manifestaba, nos metíamos a la habitación los cuatros juntos y hasta el amanecer no dejábamos salir a los chicos ni para ir al baño: teníamos terror”, explicó Carina.

La familia está segura que se trata de un espíritu que deambulaba por la casa. Sus amigos no creían en las historias que contaban, hasta que iban a cenar y vivían la experiencia en carne propia.

Una noche se escuchaban los ruidos de alguien saltando al lado de la cama y salimos corriendo de la habitación, aterradas”, contó Melisa, una de las amigas testigo que nunca más quiso volver a dormir a ese lugar.

“Se escuchaban como saltos en el techo, que empezaban a caminar, luego corrían y en algún momento se escuchaba cómo si alguien saltara hacia el patio. Era aterrador”, contaron.

Mario contó que un día cansado de escuchar los pasos sobre el techo decidió subir y corroborar que no se tratara de un ladrón que regresaba noche tras noche.

A pesar de estar arriba y no ver a nadie, se seguía escuchando cómo corrían sobre las chapas. Esa vez tuve terror y de hecho me tiré sin pensarlo. Esa noche decidimos abandonar la casa a las 2 de la madrugada y no volvimos nunca más”, contó.

Según consignó La Nueva, la casa embrujada, que estaba entre las calles Remedios de Escalada y Sócrates, fue demolida poco después y ni Mario ni Carina volvieron a tener experiencias de ese tipo.

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