Una fuerte ola de frío llegó esta semana a Río Gallegos y Santa Cruz en general. En la madrugada del miércoles, la ciudad capital llegó a registrar -13°C de sensación térmica, y producto de esto en varias casas se repitió un “clásico” de la época: cañerías congeladas.
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El congelamiento de las tuberías interrumpe el paso del agua, e incluso el agua congelada puede llegar a romper el caño en algunos casos, ya que el hielo se dilata con respecto al volumen que tiene en su forma líquida y ese aumento de volumen fuerza el interior de las tuberías, causando daños mayores.
Pero hay métodos para evitar que se congelen las cañerías, estos son:
- Mantener las puertas del garaje cerradas (si es que tuviera), si hay líneas de suministro de agua en el garaje.
- Abrir las puertas de las alacenas en la cocina y el baño para permitir que el aire cálido circule alrededor de la plomería.
- Cuando el clima está muy frio afuera, dejar que el agua fría gotee desde la llave servida por tuberías expuestas. El agua que corre por las tuberías, incluso en un chorrito, ayuda a evitar que las tuberías se congelen.
- Mantener el termostato a la misma temperatura durante el día y la noche. Al suspender temporalmente el uso de temperaturas más bajas durante la noche, puede incurrir una factura de calefacción más alta, pero puede prevenir un trabajo de reparación mucho más costoso si las tuberías se congelan y explotan.
- En caso de salir durante los meses de frío, dejar la calefacción prendida en su hogar.
- Si se abre la canilla y sólo gotea un poco, puede que la tubería esté congelada. Los sitios probables de tubería congelada incluyen el exterior de las paredes o donde entra el servicio de agua al hogar a través de la fundación.
Si las cañerías de la casa ya están congeladas, podés aplicar las técnicas explicadas ACÁ
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