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Con apenas 17 años, Iker Lazcano, un joven nacido en Comodoro Rivadavia y criado en Perito Moreno, logró un hito importante en su corta pero ascendente carrera deportiva: fue convocado oficialmente a la preselección juvenil de handball de Argentina. En diálogo con Radio LU12 AM680, Iker habló sobre sus orígenes, el camino que lo llevó a formar parte de la selección, y los desafíos que enfrenta al competir en un nivel de alta exigencia.

Iker recuerda sus primeros pasos en el deporte, un recorrido que comenzó en 2017, cuando tenía alrededor de 8 o 9 años. “Arranqué a jugar en la escuela municipal de Perito Moreno, donde viví toda mi vida, y desde entonces el handball se volvió una pasión”, comparte el joven deportista, quien muestra una madurez que impresiona al hablar de sus objetivos y del esfuerzo que implica cumplir sus sueños. A partir de ahí, su amor por el handball creció rápidamente y lo llevó a tomar decisiones importantes en su vida, como mudarse a Buenos Aires en 2023 para jugar en River Plate.

De Perito Moreno a la élite del handball en Buenos Aires

La llegada de Iker a River fue el resultado de su rendimiento en competencias regionales y del apoyo de su entrenador en Perito Moreno, quien le abrió las puertas para probarse en el club porteño. “En 2022 me fue bien en los torneos y mi profe me trajo para probarme; fue algo increíble y por suerte pude quedar en River. No me esperaba estar acá, pero fue una oportunidad que no podía desaprovechar”, cuenta Iker con emoción. Desde entonces, el handball se ha convertido en el centro de su vida, balanceando entre entrenamientos, partidos y sus estudios secundarios.

El joven deportista entrena tres veces por semana en River con su categoría y, cuando le es posible, también se queda a practicar con el equipo de Primera, lo que le permite aprender de jugadores más experimentados y ganar rodaje en el nivel competitivo. Además, su rutina se intensifica al entrenar con la preselección argentina, los lunes, miércoles y viernes. “Llego a entrenar desde las 6:30 hasta las 10:30 de la noche, y entre medio voy al colegio”, comenta, dejando claro el esfuerzo físico y mental que implica llevar adelante esta agenda.

La convocatoria a la selección juvenil y el desafío del Sudamericano

La preselección argentina fue otra de las sorpresas que le trajo este año. Iker inició el proceso en abril, cuando comenzó a entrenar junto a otros jóvenes talentos del país, en una serie de pruebas intensivas en las que se iban alternando jugadores. “Fueron muchos entrenamientos y etapas en las que iban metiendo y sacando jugadores hasta que en octubre dieron la lista oficial de 16 jugadores, y quedé seleccionado”, relata emocionado.

La noticia fue un logro personal y una motivación adicional para continuar esforzándose. Este lunes, Iker y sus compañeros de la selección emprenderán el viaje hacia Nicaragua, donde competirán en el Sudamericano juvenil. “Es algo increíble, cuando llegué a Buenos Aires no tenía en mente la selección, pero este año mejoré mucho y tuve la oportunidad de entrenar con la preselección hasta quedar en la lista final”, comparte Iker, quien muestra tanto orgullo como humildad al reflexionar sobre esta oportunidad.

El apoyo incondicional de la familia y el sacrificio de vivir lejos

A pesar de los desafíos, Iker asegura que contó con el respaldo incondicional de su familia desde el inicio. Su madre lo apoyó cuando decidió mudarse a Buenos Aires, aunque no fue fácil para otros miembros de la familia. “A mi mamá le costó un poco, pero lo aceptó rápido y siempre me apoyó en todo; los que más sufrieron fueron mis abuelos, les parecía muy loco que me fuera tan lejos”, explica.

La distancia no solo trajo el desafío de adaptarse a una nueva vida en Buenos Aires, sino también la motivación de inspirar a sus seres queridos. Tanto es así que este año convenció a su primo para que se pruebe en River, y este también logró quedar en una categoría menor.

Un mensaje de inspiración para quienes comparten su sueño

Iker agradece el apoyo constante de su familia y sus amigos, quienes lo alientan desde Perito Moreno y le han brindado su apoyo en cada paso de este camino. También les envía un mensaje de aliento a otros jóvenes que comparten su pasión por el deporte: “A los chicos que tienen un sueño, que le sigan metiendo y que disfruten. Es importante esforzarse, pero también disfrutar lo que se hace”.

A días de partir a Nicaragua, Iker tiene claros sus objetivos: “Voy paso a paso; esta oportunidad en el Sudamericano es un gran paso, pero todavía queda mucho por cumplir. Este es el primer sueño, y voy a seguir cumpliendo los que vienen”.

Con un talento notable y una madurez que promete más éxitos, Iker Lazcano se ha convertido en una de las promesas del handball juvenil argentino.

EN ESTA NOTA handball Iker Lazcano

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