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La implementación de la boleta única papel a nivel nacional marca un hito en la historia electoral de Argentina. En una entrevista exclusiva con LU12 AM680 Radio Río Gallegos, Alejandro Tulio, exdirector nacional electoral, brindó detalles sobre este trascendental cambio, destacando sus beneficios y la simplicidad que aportará al proceso de votación.
Explicó que la boleta única papel es un “mecanismo simple” que condensa toda la oferta electoral en un solo formulario de papel. Este instrumento contendrá las candidaturas de todos los partidos para una determinada jurisdicción, organizadas por filas para cada categoría (senadores y diputados) y por columnas para cada partido. El votante deberá marcar con una “cruz” la opción de su preferencia en el recuadro correspondiente.
Una de las principales ventajas de este nuevo sistema, según Tulio, es que elimina el tradicional cuarto oscuro, que a menudo generaba confusión entre los votantes. “No va a haber más sobres“, afirmó. En su lugar, el votante recibirá la boleta y, tras marcar su opción en un cubículo con mampara, la doblará para mantener la privacidad y la depositará en la urna frente al presidente de mesa y los fiscales.
Transparencia y responsabilidad del Estado
La BUP también traslada la responsabilidad de la impresión y distribución de las boletas al Estado, asegurando que haya tantas boletas como electores y que no circulen copias adicionales. Esto, según el especialista electoral, simplifica el trabajo de los fiscales, cuya función principal ahora será verificar la identidad de los ciudadanos y el recuento de los votos.
Al ser consultado sobre por qué este cambio tardó tanto en llegar a nivel nacional, a pesar de su uso exitoso en varias provincias, señaló que existían “criterios encontrados en el Congreso” que impedían que la iniciativa prosperara. Sin embargo, en esta ocasión se lograron las mayorías suficientes para su aprobación.
Voto nulo y voto en blanco: casos y aclaraciones
Tulio también aclaró los casos de anulación de voto. Un voto será nulo si el votante marca dos o más recuadros, ya que no se puede determinar su intención.
El voto en blanco se produce cuando el elector no marca ninguna opción. Además, cualquier “elemento extraño”, como tachaduras, enmiendas o escrituras, también anulará el voto.
Asimismo, si un elector se arrepiente de su elección, puede pedir una nueva boleta, la cual será reemplazada y resguardada para el conteo final.
Finalmente, Tulio destacó que la birome para marcar el voto será provista por las autoridades de mesa, para evitar cualquier tipo de irregularidad o especulación sobre el color de la tinta que permita dilucidar que se trata de un “voto cadena”, condicionando de esa manera la libre elección del ciudadano. Además, advirtió que no se devolverá el documento de identidad hasta que el elector haya devuelto la birome, reforzando el control y la transparencia del proceso.
Con la boleta única papel, Argentina se une a la gran mayoría de los países del mundo que ya adoptaron este sistema, buscando simplificar la experiencia del votante y fortalecer la transparencia de sus procesos electorales.
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