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El uso de códigos secretos en redes sociales se ha convertido en una tendencia preocupante entre los adolescentes. A través de números, siglas o abreviaturas, muchos jóvenes comunican situaciones de riesgo emocional, abuso o conductas autodestructivas, evitando que los adultos o las plataformas digitales detecten sus mensajes.
Por ejemplo, el código 1423 puede significar “me quiero morir”, mientras que otros, como 1111, se utilizan para expresar “no estoy bien”. Estas combinaciones numéricas o expresiones cifradas circulan en redes como TikTok, Instagram o Discord, donde los jóvenes encuentran contención entre pares pero también quedan expuestos a posibles situaciones de vulnerabilidad y manipulación.
Cuáles son los códigos más peligrosos
De acuerdo con diversas investigaciones sobre seguridad digital y salud mental adolescente, estos son algunos de los códigos más utilizados:
- 53X: sexo
- KMS: suicidio (kill myself)
- LH6: tener relaciones sexuales
- MOS / DOS / POS: padre cerca / dos padres cerca / padres observando
- CD9: adultos alrededor
- LMIRL: conocernos en persona (let’s meet in real life)
- DU46: desnúdate ante la cámara
- 99: mis padres se han ido
- 505: SOS
- 1111: no estoy bien
- 237: ya no puedo seguir
- 770: necesito hablar
- 297: estoy fingiendo estar bien
- 028: la gente me está haciendo daño
- 1423: me quiero morir
Estos códigos se replican entre adolescentes de diferentes países y llegan a Argentina a través de tendencias virales o comunidades digitales cerradas, donde hablar abiertamente de estos temas está prohibido o sancionado.
Cómo detectar señales de alerta
Los especialistas recomiendan prestar atención no solo a las publicaciones, sino también a los mensajes privados, nombres de usuario o hashtags que los jóvenes utilizan. Frases o combinaciones numéricas aparentemente inocentes pueden ser pedidos de ayuda disimulados.
Un cambio brusco en el comportamiento digital —como eliminar publicaciones, cerrar cuentas o usar nuevas redes— puede ser un indicador de angustia emocional o de contacto con desconocidos.
En esos casos, se recomienda dialogar sin juzgar, mantener la calma y ofrecer ayuda profesional si es necesario.
“El móvil no cría. El móvil no cuida. Eso lo hacemos los adultos”, remarcan los especialistas en salud digital, que insisten en la importancia del acompañamiento afectivo y la educación online responsable.
Qué hacer si tu hijo te pide ayuda sin palabras
A veces, un adolescente no puede expresar lo que le pasa, pero su forma de comunicarse cambia. Si un hijo o hija menciona alguno de estos códigos o muestra signos de malestar, es clave no ignorar la situación.
Los expertos aconsejan:
- No borrar conversaciones ni mensajes sospechosos.
- Realizar capturas de pantalla y buscar orientación profesional.
- Contactar a las líneas de ayuda especializadas.
Dónde pedir ayuda en Argentina
- 911: ante una emergencia o riesgo inmediato.
- 144: atención y asesoramiento las 24 horas ante situaciones de violencia de género.
- 102: línea nacional de ayuda a niños, niñas y adolescentes.
- 137: asistencia a víctimas de violencia familiar o grooming (también por WhatsApp al +54 11 3133-1000).
- 135 (CABA y GBA) o (011) 5275-1135 en todo el país: Línea de Asistencia al Suicida, gratuita y confidencial.
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