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Cuando Fernando Andrade recibió la noticia, sintió que el pecho le explotaba de orgullo. Su hijo, Bautista, arquero categoría 2010 y formado en clubes de Río Gallegos, fue convocado para entrenar durante una semana con la Selección Argentina Sub-15 en el predio Lionel Messi. El llamado es, por ahora, para una etapa de observación, pero representa mucho más: es la confirmación de un camino recorrido a base de esfuerzo, disciplina y contención familiar.
Bautista juega actualmente en Huracán, donde es el arquero titular de su categoría en torneos AFA. Vive en la pensión del club y entrena en el Tomás Adolfo Ducó, pero su historia comenzó muy lejos de Buenos Aires, entre escuelitas barriales y campeonatos provinciales.
A los cuatro años comenzó a jugar en Car-mar, acompañando a sus tíos. Al año siguiente, recaló en Ferrocarril YCF, donde lo descubrieron como arquero. “Lo metían en el arco y no lo querían sacar”, recordó su padre en diálogo con La Opinión Austral. Fue en Ferro donde tuvo su primera formación seria: entrenaba con categorías mayores, viajaba seguido a torneos por todo el país, y fue parte de una camada que dejó huella.
En esa época compartía plantel con Leonardo Luna (hoy en River) y Pablo Darío (en Independiente). En una de las fotos más simbólicas de su infancia, se los ve a los tres juntos, apenas niños, en una imagen que hoy cobra otro significado: todos, hoy, están en Buenos Aires, jugando en clubes de AFA. “Desde los 5 o 6 años jugando juntos y gracias a Dios los tres pudieron llegar. Ojalá puedan debutar en Primera. Sería una felicidad enorme”, confiesa Fernando.
Entre los entrenadores que lo marcaron figuran Fernando Soria, Antonio Díaz y Enzo Guerrero, pero hubo uno que lo acompañó desde el primer día y hasta hoy: Juan Cruz Aguirre, su entrenador de arqueros. Comenzó con él a los cinco años en Ferro, y luego lo siguió entrenando en la escuelita de arqueros “Valla Invicta”. Más adelante volvieron a encontrarse en Talleres, y hoy Juan Cruz se sigue perfeccionando: estudia la carrera de entrenador de arqueros en la escuela de Huracán. “Todo este camino lo hizo de la mano de su profe. No puedo dejar de nombrarlo”, agregó su papá.
Luego de la etapa en Ferro, Bautista se sumó a Talleres, donde continuó su desarrollo en múltiples categorías y tuvo al profe Miguel Costa, otro de los entrenadores que lo marcaron. Paralelamente, comenzó a sumar viajes y competencias representando a la CAI (Comisión de Actividades Infantiles) de Comodoro Rivadavia, experiencia que le permitió enfrentar a equipos de gran nivel y destacarse en distintos torneos.
El gran salto ocurrió en 2023, cuando la familia decidió que era momento de probar en Buenos Aires. Primero fue aceptado en Independiente, pero la distancia hasta el predio hizo inviable esa opción. Fue entonces cuando apareció Huracán. Fernando contactó al club por redes sociales, envió un video y consiguió una prueba. “A los dos días nos dijeron que lo querían fichar”, recuerda. Durante un año, Bauti vivió con una tía, viajando todos los días en colectivo más de 50 minutos. En 2024, el club le otorgó pensión en el Ducó, donde hoy está completamente instalado.
En las últimas semanas, la Selección Argentina Sub-15 inició un ciclo de entrenamientos, convocando arqueros de distintas instituciones. Primero pasaron por Ezeiza los de Boca, River, San Lorenzo e Independiente. Después, llegaron los de clubes como Estudiantes y Huracán. Fernando y Bautista sabían que podía pasar: “Hizo un partidazo contra River ganando 1 a 0, y otro muy bueno contra Independiente. Decíamos ‘te puede tocar’. Y llegó”.
No se trata de una convocatoria definitiva, pero sí de una oportunidad única. Entrenará de lunes a jueves en el predio Lionel Messi, con el cuerpo técnico nacional evaluando su nivel. Hay ilusiones de que forme parte del plantel que viajaría a un torneo internacional en Paraguay. “Aunque sea para ponerse la ropa de la selección y entrar al predio de los campeones del mundo… eso ya es un sueño cumplido”, resumió su padre.
Desde Talleres, club que lo vio crecer, también expresaron su orgullo en un comunicado: “Lo lograste, porque los sueños se cumplen cuando se persiguen con pasión y dedicación. A seguir cumpliendo sueños, porque tenés todo para lograrlos”.
El camino recién empieza. Pero Bautista ya sabe lo que es perseguir un sueño, y estar a la altura. Río Gallegos lo acompaña, lo alienta y lo abraza desde la distancia. Y sueña con verlo, algún día, en lo más alto.









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