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Tras participar en el evento doble “Argentina Oro, Plata y Cobre” y “La Noche de las Distinciones”, donde recibió un reconocimiento por Minera Santa Cruz, Roberto Cacciola pronunció un discurso durante la cena de la Cámara Argentina de Empresas Mineras. Allí destacó que “para el 2025, de alguna manera, todos estamos comprometidos con consolidar definitivamente a la minería como una actividad imprescindible para la vida moderna”.

El presidente de CAEM y de Minera Santa Cruz se refirió al Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI) y señaló: “Era impensado un tiempo atrás en un país que ahuyentaba las inversiones y que, de alguna manera, tomó la decisión de generar una posibilidad importante para el desarrollo de proyectos que llevan décadas”.

A continuación, afirmó que el RIGI “vino porque era necesario darle al mundo un mensaje que tiene que ver con tener un país competitivo en materia tributaria, tener la posibilidad de otorgar a quienes inviertan la seguridad de que se sientan cómodos al pagar sus deudas, préstamos, intereses, dividendos, y, fundamentalmente, la posibilidad de litigar en el exterior si seguimos incumpliendo”.

Por otro lado, enfatizó que una provincia históricamente antiminera como Mendoza, que atravesó diversas etapas y definiciones, “ha tomado con mucha convicción la decisión de ir adelante con la minería. La verdad es que en 10 meses han hecho un trabajo impresionante (…) y vale la pena reconocerlo porque hay muchas cosas que podemos aprender de esa convicción, decisión y fortaleza para enfrentar una situación adversa”.

Cacciola subrayó que este es un año de buenas noticias, ya que “el litio avanza, a pesar de las dificultades que todos conocemos, incluyendo una caída de precios muy brusca. Pero hoy comienzan a darse las condiciones para que esa tendencia se revierta y se consolide”. Y agregó: “Tuvimos la gran suerte de que los proyectos se desarrollaron cuando los precios estaban muy altos”.

(Foto: Camila Ferrer Pose/La Opinión Austral).

“La CAEM está para acompañar y gestionar”

En cuanto a los desafíos para 2025, resaltó el rol de CAEM: “Nosotros estamos para acompañar, para proponer y, fundamentalmente, para gestionar. Ocupamos los espacios necesarios para lograr cuestiones que se demoran o que obstaculizan el desarrollo. No somos decisores, pero sí tenemos la obligación de estar permanentemente proponiendo”.

En esa línea, mencionó que existen cuestiones que “nos generan una luz amarilla” relacionadas con dos sectores específicos de la minería argentina: “Por un lado, la minería del oro y la plata, y por otro, la de minerales industriales“. Precisó que, en el primer caso, “no hay interés generalizado para desarrollar nuevos proyectos. La alternativa es incentivar a los que están, para que en algún momento haya nuevos intereses”.

El presidente de CAEM añadió que “tenemos claro que esto no va a reemplazar lo que, dentro de tres o cuatro años, se va a acabar, y nos va a complicar demasiado. Esa licencia social que se ha generado a partir de la intromisión del litio y el cobre como elementos esenciales para la electromovilidad y las energías limpias, que ha hecho que el 70 por ciento de la población esté a favor de la minería, tiene una vida muy corta si no hacemos lo que debemos”.

Remarcó que “nos queda pendiente esto porque hemos gestionado mucho, y no hemos logrado resultados (…) lo que necesitamos es un régimen específico para la minería del oro y la plata, que incentive la decisión de los accionistas, que, en términos generales, están bastante cansados de la Argentina”.

Respecto a los minerales industriales, expresó que “han padecido una definición política que se podrá discutir, que nos podrá gustar o no, pero que tiene que ver con que el Gobierno Nacional ha dicho claramente que no se va a meter en la obra pública”. En ese sentido, argumentó: “Tenemos dos caminos: o nos resignamos o buscamos las alternativas para que la obra privada la sustituya”.

Cacciola destacó que “también tenemos un camino importante para recorrer, para que se apuren los procesos de licitaciones y que las obras empiecen a fluir como se necesitan, para que, de alguna manera, los proyectos que vengan del cobre tengan la posibilidad de desarrollar conjuntamente la infraestructura necesaria para el desarrollo de este tan preciado mineral que va a cambiar la historia de la Argentina“.

Seguidamente, esbozó: “Tenemos que ser inteligentes. Porque vamos a tener seguramente en 2025, 2026, 2027 un crecimiento en la actividad. Y ese crecimiento va a estar vinculado con las definiciones que van a venir de la mano del RIGI. No hay duda que no se va a demorar mucho tiempo, independientemente de que hay que calmar expectativas”.

Aseveró que “tenemos dificultades con el manejo de la gestión de proveedores porque armamos un rompecabezas y tiramos las piezas en distintos lugares”, por lo que consideró clave “ponernos de acuerdo” para el proceso de crecimiento, el desarrollo de proveedores, la contratación de mano de obra local y la intervención de actores externos. “Los efectos de la minería tienen que tener un efecto derrame para que lo sientan los argentinos en su conjunto”, apuntó.

Manifestó que “la interacción público-privada es fundamental, si entendemos que cada uno de nosotros tiene un lugar para ocupar en este proceso de crecimiento, que yo denomino, vulgarmente, crisis de crecimiento, pero que sigue siendo positiva porque significa que en algún momento vamos a estar mejor. Hay que entendernos con los factores de trabajo, proveedores, operadoras y accionistas”.

Afirmó que “este año nosotros nos hemos dedicado básicamente a tener presencia en todas las provincias para entender las situaciones. En 2024 hicimos 20 viajes al interior del país y visitamos en más de una oportunidad la provincia de San Juan, Mendoza, Córdoba, que muchos pensaban que no era minera, Catamarca, Jujuy, Santa Fe, para tratar de integrar todo porque de alguna manera este crecimiento nos va a necesitar a todo”.

Para cerrar, remarcó: “No nos olvidemos que como institución representativa del sector gremial empresario a nivel nacional, tenemos tres aspectos fundamentales para dirigir: acompañar al sector privado y al sector público -estamos a disposición de todos y necesitamos proponer-, y tercero y fundamental, tenemos que generar cada vez más gestión”.

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