La Cámara de Diputados trata el veto del presidente, Javier Milei, a la Ley de Financiamiento Universitario. Una parte de la oposición buscará insistir -necesita dos tercios de los presentes-, pero la ratificación de la alianza con el PRO que conduce el expresidente, Mauricio Macri, dejó muy cerca al gobierno del número de “héroes” necesarios para blindar el rechazo. Las ausencias y abstenciones serán claves.
Si bien existe alguna cautela por lo ajustado del poroteo, en la Casa Rosada sobre el total de 257 integrantes cuentan una base de 81, casi 83, diputados que levantarán la mano a favor del veto. Nada está dicho hasta la votación pero hay confianza en el entorno presidencial al igual que la hubo antes de soldar el primer veto a la mejora de jubilaciones.
Con solo 39 bancas de La Libertad Avanza en la Cámara baja del Congreso, la calma en el despacho de Milei se debe esencialmente al respaldo de la gran mayoría del bloque PRO que fue confirmado el último lunes por la Mesa Directiva del partido amarillo, cuyo presidente es Macri y llamó a “acompañar” el veto.
Tras varios días de suspenso, tratativas -incluidas reuniones entre Macri y el asesor presidencial Santiago Caputo– e impaciencias desde ambos lados, la bancada cuyo jefe en Diputados es Cristian Ritondo y en la que se destacan otras bancas como la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el exvicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, se preparan dar otra muestra de alianza.
Los tres, entre otros comensales, fueron señalados como “héroes del déficit cero” en el asado con Milei en la Quinta de Olivos tras el veto a jubilaciones y sostendrán la posición para el rechazo a la actualización de fondos y salarios de docentes y no docentes por inflación.
En Balcarce 50 estiman que el PRO aportará entonces 35 de las 38 bancas que lo integran. Descuentan los diputados Álvaro González y Héctor Baldassi que votarán en contra del veto. Achica Héctor Stefani quien evalúa ausentarse. Pero levanta con la diputada Sabrina Ajmechet que se ausentó en la votación original y ahora acompañará.
El que le mete suspenso ahora a la Casa Rosada es el jefe del minibloque MID, Oscar Zago (ex miembro de La Libertad Avanza) que está de viaje pero cerca de Milei no descartan que llegue a la sesión. Son tres miembros, por lo que dos bancas más están aseguradas para el veto.
Con el recinto de 257 diputados completo, el gobierno nacional necesita reunir 86 diputados. Esa cifra se achica si hay ausentes o abstenciones, por lo que este mecanismo será definitorio en una votación ajustada para los intereses del oficialismo contra mayor financiamiento universitario.
Hasta ahí, el poroteo de partida a la Casa Rosada le da 77 bancas. Por eso negocia a contrarreloj y mira con chances de integrar el tercio que necesita a las siguientes bancas con potencial de probarse o reiterar el traje de “héroes”.
Observa a los 5 radicales que coquetean con pasarse a las filas libertarias de cara a las legislativas 2025 y ya dieron muestras al romper la voluntad del bloque UCR con jubilaciones. Se trata de los diputados Mariano Campero (Tucumán), Luis Picat (Córdoba) y José Tournier (Corrientes). Podrían ausentarse Martín Arjol (Misiones) y Pablo Cervi (Neuquén).
También la Casa Rosada ve posibilidades en los diputados tucumanos del bloque Independencia, Gladys Medina, Elia Fernández y Agustín Fernández que responden al gobernador peronista, Osvaldo Jaldo. Y de la misma provincia pero del partido CREO, Paula Omodeo.
A cargo de “juntar voluntades” están el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el principal asesor de Karina Milei -secretaria general de la Presidencia, Eduardo “Lule” Menem, y el jefe de bloque del oficialismo en la Cámara baja, Gabriel Bornoroni.
A la caza de voluntades tantean terreno en el bloque Innovación Federal que integran Pamela Calletti, Pablo Outes y Yolanda Vega por Salta; Carlos Fernández, Daniel Vancsik, Yamila Ruiz y Alberto Arrúa por Misiones; Osvaldo Llancafilo por Neuquén y Agustín Domingo por Río Negro.
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