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El estudio global sobre reportes de sostenibilidad 2024 de KPMG marca un hito: la presentación de estos documentos se ha convertido en parte habitual de la gestión empresarial a nivel mundial. El relevamiento, titulado: “El movimiento hacia los informes de sostenibilidad obligatorios. Estudio sobre Informes de Sostenibilidad, 2024” analiza las 250 mayores corporaciones del mundo (G250) y las 100 principales
empresas de 58 países (N100), muestra una adopción casi total del reporte ESG: el 96% de las compañías globales más grandes y el 79% de las nacionales ya informan su desempeño ambiental, social y de gobernanza.

La tendencia no se explica solo por la presión regulatoria. Según el informe, las empresas están anticipando la obligatoriedad de reportar bajo marcos como la Directiva de Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) de la Unión Europea y los nuevos estándares del International Sustainability Standards Board (ISSB). Más de la mitad de las firmas más grandes ya aplican evaluaciones de doble materialidad, analizando no solo el impacto financiero de los riesgos ESG, sino también cómo sus operaciones afectan al entorno social y ambiental.

El estudio destaca que los informes de biodiversidad y objetivos de carbono también crecieron de forma sostenida. Alrededor de la mitad de las empresas G250 y N100 reportan hoy su impacto sobre los ecosistemas, mientras que el 95% de las líderes globales ya ha establecido metas de reducción de emisiones. Las recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) continúan ganando terreno como referencia clave para los reportes climáticos.

Este movimiento hacia la transparencia se da en un contexto en el que los informes voluntarios están dejando paso a marcos obligatorios y estandarizados. Aun así, KPMG observa que las guías tradicionales como Global Reporting Iniciative (GRI) y SASB siguen siendo las más utilizadas, reflejando una transición paulatina hacia las nuevas normas internacionales.

América Latina: avances firmes en transparencia y gestión ESG

América Latina mantiene una posición destacada en la adopción de reportes sostenibles. El estudio muestra que el 69% de las principales empresas de la región ya publica informes de sostenibilidad, una cifra solo superada por Europa y América del Norte. Los países con mejor desempeño son Brasil y Chile, con más del 90% de las compañías reportando información ESG. Les siguen Argentina, México y Perú, con más
del 80% de cobertura.

El informe subraya que la región se está alineando cada vez más con los estándares internacionales: el 78% de las empresas latinoamericanas utiliza las guías GRI, y el 64% adopta las normas SASB. Además, el 82% realiza análisis de materialidad -por encima del promedio global- y el 44% ya aplica la doble materialidad, incorporando tanto los impactos ambientales como los financieros en sus reportes.

Otro dato relevante es el crecimiento del 77% de empresas que fijan objetivos de reducción de carbono, cinco puntos más que en 2022. La región también avanza en el reconocimiento de los riesgos sociales y de biodiversidad: más de la mitad de las organizaciones considera la pérdida de biodiversidad como una amenaza para los negocios, especialmente en países megadiversos como Brasil y Colombia.

El 69% de las grandes empresas latinoamericanas ya publica informes de sostenibilidad

Sin embargo, KPMG advierte que aún hay espacio para mejorar la incorporación de la biodiversidad en la estrategia corporativa, clave para el desarrollo de nuevos negocios y para la estabilidad climática global.

Argentina: más transparencia, más compromiso

El capítulo argentino del estudio muestra un panorama alentador. El país registró uno de los mayores incrementos en reportes de sostenibilidad, con un aumento del 14% respecto de 2022. Actualmente, el 81% de las 100 empresas más grandes del país publica información ESG, consolidando a la Argentina entre los líderes regionales en materia de transparencia.

KPMG destaca que el sector privado local profundizó su trabajo en gobernanza y gestión de riesgos ESG, especialmente en temas climáticos. Cada vez más empresas incluyen aseguramiento independiente de la información en sus reportes, una práctica que busca fortalecer la confianza de los grupos de interés y demostrar la veracidad de los datos divulgados.

El estudio también señala una mayor integración de los objetivos de reducción de carbono dentro de las estrategias corporativas. Las compañías argentinas están diseñando planes de descarbonización y adoptando políticas de eficiencia energética como primer paso hacia una economía de bajo carbono.

Este cambio responde tanto a compromisos globales como a las expectativas de los mercados internacionales, que demandan trazabilidad y transparencia a lo largo de toda la cadena de valor.Otro punto emergente es la gestión de la biodiversidad, un temaque cobró relevancia en los últimos años. Cada vez más empresas argentinas analizan el origende sus materias primas y productos, conscientes de la importancia que los consumidores y socios comerciales otorgan a la sostenibilidad de los insumos. Dadoel rol del país como proveedor clave de commodities agrícolas e industriales, la trazabilidad ambiental se perfila como un diferencialcompetitivo. En síntesis, el informe muestra una Argentina enproceso de madurez ESG, con empresas que avanzan desde la rendición de cuentas hacia una integración estratégica de la sostenibilidad en sus modelos de negocio. El informe de KPMG concluye que la sostenibilidad corporativa avanza hacia un nuevo paradigma marcado por la obligatoriedad, la estandarización y latransparencia. A medida que losmarcos regulatorios globales — como la CSRD europea y las normas del ISSB— se consolidan, lasempresas comienzan a integrar lasostenibilidad en el centro de suestrategia.

En palabras del estudio, “losinformes de sostenibilidad se hanconvertido en parte habitual decasi todas las grandes compañíasdel mundo”, reflejando un cambioestructural en la forma en que losnegocios entienden y comunicansu impacto ambiental y social. «

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