ANSES tiene como posible proyecto reconvertir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en una renta básica, vinculada al empleo y a los jóvenes. También se evalúa no dejar de lado a las empleadas domésticas.

Durante septiembre, el Gobierno anunciará cuál será el destino del IFE, que llegaría a su cuarta edición. Son casi 9 millones de argentinos que reciben el bono de $10.000 sobre un total de 14 millones que lo solicitaron.

Hasta el momento hubo tres entregas del IFE. La tercera aún se está pagando a los 6,5 millones de beneficiarios que sacaron un CBU en este contexto de la pandemia para poder cobrar el bono. Esta etapa termina el 21 de septiembre.

La tarea del gobierno de Alberto Fernández ahora será definir si hay IFE 4 y a qué población llegará, o si el ingreso pasará a convertirse en un nuevo programa de ANSES para jóvenes de 18 a 24 años, no necesariamente que no estudian ni trabajan, sino a toda esa población etaria.

“No está 100% definido el universo y no está resuelto que ése sea el programa que suplante al IFE. Es un proyecto y es el que más suena”, indicaron desde la cartera que conduce Fernanda Raverta. De ser así, el IFE pasaría a ser un programa de empleo y capacitación.

“Sabemos que dentro de la población de 18 a 65 años, que son unos 28 millones de argentinos, hay un porcentaje de personas a las que les va a costar más incorporarse. Ahí tenemos que pensar una política pública”, adelantó Raverta el pasado sábado en diálogo con C5N.

Sin embargo, or otra parte, el Ministerio de Economía aseguró el fin de semana que el IFE continuará, al igual que el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), mientras dure “la situación de emergencia sanitaria y la pandemia esté impidiendo las actividades productivas”.

La directora nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D’Alessandro, subrayó que el IFE “por ahora persiste, aunque es un esfuerzo fiscal gigantesco porque es casi un punto el PBI”.

D’Alessandro remarcó, además, que hay un grupo que les preocupa “muchísimo”: el de las trabajadoras de casas particulares. “Es la primera opción laboral que tienen las mujeres en la Argentina. Si mirás de qué trabajan las argentinas, la principal ocupación es ser empleada doméstica y además es el trabajo más precario con menos salario”, manifestó.

Por ese motivo, remarcó la importancia de “sostener el IFE” en especial a las empleadas domésticas y aseguró: “Ahí tenemos un desafío muy grande”.

Leé más notas de La Opinión Austral