Una confusión de nombres de ciudades terminó con la insólita construcción de un banco en donde no debía estar. En 1970, los arquitectos a cargo de la obra del Banco Nación confundieron los planos mezclando las localidades de El Calafate (provincia de Santa Cruz) con Cafayate (provincia de Salta), es decir, a más de 3.500 kilómetros de distancia.

Hasta la fecha, la sucursal salteña sigue instalada y llama la atención, especialmente a aquellos que tienen ojo para la arquitectura. Esto es porque el establecimiento tiene las características propias de una edificación pensada para la Patagonia: rocas, maderas, líneas rectas y simples que remiten al frío, y que desencaja con el clima caluroso del norte argentino.

En el centro de Cafayate predominan estructuras de estilo colonial, además de viviendas con aires europeos, con líneas suaves y onduladas. Por ejemplo, se encuentra el Colegio de las Hermanas Franciscanas de la Caridad (1897), la mansión de R. Lovaglio (1892) y la finca de Michel Torino, en el camino de Animaná, edificios clásicos que fueron construidos por el catalán Pedro Coll.

Todo esto es lo que no tiene esta sucursal bancaria, que contrasta con una iglesia típica de la arquitectura regional que está emplazada al lado.

Los datos históricos señalan que los arquitectos confundieron “Cafayate” con “Calafate“, y entonces se eternizó ese error. El lado positivo es que si en la ciudad salteña llegara a nevar en gran cantidad o hiciera un frío implacable, el edificio cumpliría con sus funciones.

Así luce el centro de Cafayate.

Mientras tanto, la edificación errónea quedó como una atracción turística más para los viajeros que hacen su recorrido por la ciudad más importante dentro del circuito de los Valles Calchaquíes.

 

Acerca de esta equivocación, los arquitectos del Banco Nación se mostraron incrédulos de que pudiera pasar algo así: “No podés mandar un proyecto para otro lado y no darte cuenta porque no te entra en el lote y hasta los accesos son diferentes”, expresaron en una entrevista con el diario La Nación.

Por otro lado, el intendente de Cafayate en 1974, Jesús Ávila, sostiene que antes de aprobar la construcción mencionó que sus características no eran las adecuadas para el clima de Salta y que parecía ser una edificación para el sur del territorio. “Les dije que no podía ser, que tenían que modificarlo, pero me respondieron que si no firmaba lo hacían en otra parte”, aseguró.

 

No es el único caso

En el posteo de Twitter que fue disparador de esta insólita confusión, otros usuarios comentaron hechos similares que ocurrieron en otras localidades argentinas.

Por ejemplo, Héctor comentó: “Soy de una pequeña ciudad en el chaco (Juan José Castelli) hay una ciudad del mismo nombre en Bs As. Mandaron a construir una oficina de correo con planta baja primer piso y sótano. El edificio más grande de la ciudad hace 40 años. Era para su homónima de Bs As”.

Leandro, por otro lado, relató: “Cuenta la leyenda que el puente del poeta (levadizo) que está sobre el Río Chubut en Rawson, en realidad era para Resistencia Chaco. R-CH. También que el correo argentino que está en Rawson es alpino (no nieva) y el que está en Esquel se de techos planos. No tengo evidencias”.

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