La flamante nueva ministra de economía, Silvina Batakis, asumió este lunes tras la renuncia de Martín Guzmán.

Casada, de 53 años y con un hijo es una persona, según todos coinciden, con un perfil totalmente descontracturado.

“No hay pobreza digna. Es pobreza, y hay q combatirla. Se combate con un Estado que planifica e interviene, y con una sociedad que lo imponga como meta social”, destaca en su cuenta de Twitter.

Por fuera de la economía, tres son sus grandes pasiones: El mate, un inseparable compañero de todo momento que, según reveló la Revista La Tecla, “acompañó largas charlas en el amplio despacho del Ministerio de Economía”, cuando estaba al frente de esta cartera en la provincia de Buenos Aires.

Resaltan que “a su simpleza para explicar los vericuetos fiscales, siempre la acompañó con la profunda convicción de que la doctrina peronista era la acertada para conducir el camino económico y político. Una pasión, el peronismo, a la que llegó por influencia de su madre.

Su tercer y gran pasión, es el club Boca Juniors, siguiendo los designios de su padre, desarrolló un sentimiento arraigado, igual que él, hacia el Xeneize. Y en una entrevista que brindó, en su oportunidad a la Revista, confesaba “un sueño que hasta ahora no ha hecho realidad, pero que su exposición pública a partir de este momento puede acercar: “Ser la presidenta de Boca sería re lindo”, dijo. Y completó: “Por ahí es un sueño pero no un deseo. No me parece que pueda llegar a cumplirse. Y también me parece que es un mundo muy machista; igual, no se me ocurriría que por ser un mundo machista y se presentara una mujer se perdieran votos”.

Como casi todos los economistas es cuidadosa de sus finanzas, y como casi ninguna mujer del ámbito público es desestructurada con la vestimenta, aunque se declara fanática de los vestidos. “No me gusta maquillarme, así que no pierdo mucho tiempo con eso”.

Patagónica

Silvina Batakis nació en Río Grande, Tierra del Fuego, de descendencia griega por parte de padre y alemana por parte de madre.

En su infancia vivió un tiempo en Río Gallegos, tenía unos 10 años y su padre, trabajador de YPF, fue trasladado a esta zona.

Por su origen, “las costumbres griegas y los gustos por ese país europeo la acompañan desde la infancia. Tanto que envió a su hijo Mateo a una escuela de la comunidad griega, su libro preferido es “Carta al Greco” de Nikos Kazantzakis, se divierte mucho cada vez que ve “Mi gran casamiento griego”, y aunque se resigna ir de vacaciones habitualmente a Valeria del Mar, su lugar predilecto del mundo es “Mikro, en Creta”.

“Se siente feliz con un pastel de papas, una cerveza y una reunión con amigos”, remata el perfil de quien hoy lleva los destinos económicos del país.

EN ESTA NOTA Silvina Batakis

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