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Recién bajado del colectivo, después de un recorrido que incluyó escala en Santiago, Punta Arenas y el tramo final hasta Río Gallegos, Víctor Cárdenas eligió pasar por los estudios de Radio LU12 AM680 antes de descansar. Apenas una hora después de su llegada a la ciudad, el flamante campeón panamericano en Light Contact conversó con La Opinión Austral y repasó lo vivido en el Panamericano disputado en Colombia. “Fue un viaje largo, medio cansado, pero siempre dispuesto a contar lo que pasó y que sepan mi experiencia acerca del Panamericano que vivimos hace un par de días”, dijo.
El certamen en Colombia no fue un torneo más en su carrera. Para Cárdenas, estaba marcado como uno de los grandes objetivos del año. “A mí me gusta todo lo que compito, me gusta ganarlo, ya sea como competidor o como entrenador”, afirmó. Y recordó un detalle que lo marcó especialmente: “Tuve la bendición de abrir yo el Panamericano y ser el primero en ganar una medalla para mi querida Argentina. Fue algo lindo”.
En la charla, el peleador riogalleguense destacó el nivel del campeonato y la presencia de atletas de toda la región: Nicaragua, Panamá, Brasil, México, Colombia, entre otros. “Éramos 120 argentinos y la selección hizo un buen trabajo. Estuvimos muy comprometidos con lo que íbamos a hacer y al estar todos juntos creo que creamos una atmósfera ganadora”, explicó. Para Cárdenas, la selección argentina tiene “un toque diferente” que incluso intimida cuando entra a un estadio en el exterior, algo que asocia también con la historia deportiva del país, con nombres como Maradona y Messi sobrevolando cada referencia.
Víctor repasó las distintas modalidades que se disputaron en el Panamericano –point fighting, light contact, kick light, full contact, kickboxing, low kick, K1, muay thai, boxeo– y detalló cómo fue su recorrido. En Light Contact se quedó con la medalla de oro, pero también peleó en Boxeo, donde el desenlace le dejó sensaciones encontradas. “Me cambiaron de low kick a boxeo. Yo dije ‘nada, yo quiero pelear’. En la final perdí con un argentino, pero yo me creí ganador. Sinceramente, para mí gané. Para mí boxeé más”, sostuvo.
Esa pelea, admitió, le dejó bronca e impotencia. “Nunca me había pasado creerme ganador y que los jueces no lo vieran así. Sentí impotencia, pero bueno, son cosas que pasan. Vamos a ver detalladamente los videos con mis compañeros y profes para ver en qué fallamos y ajustar eso”, explicó. Incluso contó una observación que le hizo su pareja: “Ella me decía ‘si vos le tirabas dos manos más después de la seguidilla de golpes, caía’. Quizás ahí tuve una pequeña pausa que le permitió recuperarse”.
El campeón panamericano también se detuvo en su rol como formador. Desde su gimnasio, coordina la actividad de entre 120 y 150 alumnos. “Doy clases a los niños, a mujeres, al equipo de fútbol con la preparación física, después boxeo, después kickboxing. A la mañana otro profe hace kickboxing, al mediodía funcional. Tratamos de que el gimnasio esté todo el día en funcionamiento”, explicó. Y definió con claridad la exigencia que plantea: “Esto es disciplina. Es irse a dormir sabiendo que hiciste las cosas bien. Yo entreno con ellos y cada vez que les digo ‘vos vas conmigo al ring’, cambia la cara. Es mejor que trabajen con un profesional que les marque los errores, aunque sea fuerte como trabajamos, para que el día de la pelea nada los sorprenda”.
La agenda de Furia Team no se detiene. Cárdenas adelantó que el 29 de noviembre se realizará el evento “Noche Jauría” en Río Gallegos, donde pelearán varios de sus alumnos, y que el 20 de diciembre planea una nueva edición de “Batalla Final”, un festival que en su última edición llegó a reunir 62 peleas. Además, tanto él como su alumno Bruno tienen en el horizonte el Mundial de Cartagena 2026, para el que ya consiguieron plaza.
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