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El clima viene cambiando. De a poco se fue nublando. Y de pronto aparecen los nubarrones y hay amenaza de tormenta. Se acelera el mal clima para el gobierno.
El analista Raúl Timerman lo acaba de explicar de una manera clara: “La anomalía que estábamos viviendo era que este brutal ajuste se cumpliera sin protesta social. Ahora estamos viviendo el fin de la anomalía”. De manera simple y con crudeza, Timerman advierte sobre la difícil situación que está viviendo el gobierno de Javier Milei. Porque no es solo este analista, todos los encuestadores -incluso los contratados por la Casa Rosada-, reconocen que en los últimos dos meses se aceleró la caída de popularidad y acompañamiento del gobierno.
Los consultores y encuestadores diagnostican que Milei y su gobierno sufren una dramática caída en la aprobación. De los 56 puntos con los que ganó la presidencia, hoy la mayoría coincide que los que están en contra del libertario se acercan al 60 por ciento y los que están a favor, rasguñan el 40 por ciento. Los apoyos de antes se van perdiendo por la dureza y extensión del ajuste. El veto y la represión contra los jubilados, el presupuesto universitario y el festejo del veto en Olivos son circunstancias que aportaron al derrumbe.
“Se ha confirmado el fin de la inercia más larga de la que se tenga memoria. Lo que le hace perder apoyo es que el déficit fiscal se mantiene a costa del sufrimiento de los jubilados o de la reducción del presupuesto universitario. El otro tema es el festejo en la quinta de Olivos. La gente valora el equilibrio fiscal, pero estos elementos lo hicieron entrar en pendiente negativa”, explica Timerman.
Y el analista agrega: “Los gobiernos se debilitan cuando dejan de apoyarlo quienes los votaron. De 56% pasó ahora al 44%. Perdió 12 puntos. Está perdiendo apoyo de pronto y muy rápido. Empezamos a ver que votantes de Milei dicen que ya no les alcanza para pagar el boleto para ir al trabajo. Son estas cosas de la vida diaria con lo que empiezan a perder la esperanza”.
Otro analista, que habitualmente tiene una mirada incisiva, es el ecuatoriano Jaime Durán Barba. “El problema del gobierno y por el cual está cayendo el apoyo y su imagen, es estratégico, ya no es suficiente insultar y atacar, eso sirve mucho para la agenda de los medios pero en este momento la gente está pidiendo resultados, está pidiendo que pase algo, y en este aspecto la comunicación del gobierno se ha envejecido. El Milei que tuvo tan poco rating en el Congreso fue un Milei aburrido, solemne, de la casta, hay un giro imperceptible en la comunicación del gobierno que se está alejando de la gente y eso va a ser muy grave”, dijo el ecuatoriano.
Y dejó una frase fuerte que pinta este momento: “Es muy bueno el circo, pero no hay pan”.
Este viernes en la Casa Rosada vivieron con preocupación una encuesta que les llegó por la tarde. El último trabajo de Poliarquía les trajo una señal de alarma: el presidente perdió 7 puntos de imagen positiva en septiembre y arrastró en una magnitud similar la consideración sobre su gobierno.
No fue casual el polémico video sobre los “zombies kirchneristas” que Milei subió a las redes. Se debe a las complicaciones que tiene el gobierno con sus seguidores, por eso creen necesitar revivir al kirchnerismo como enemigo, recordarle a sus votantes que cuando lo hicieron fue para “jubilar” a Cristina Kirchner y a La Cámpora.
Milei necesita consolidar a su núcleo duro y a los votantes de Juntos por el Cambio que se sumaron en la segunda vuelta del año pasado. Las encuestas señalan que sigue manteniendo el apoyo entre los jóvenes, pero también está mermando. Según un trabajo de Zuban Córdoba, dos de cada tres jóvenes dicen que la situación económica no mejoró con el gobierno libertario. En el otro extremo la situación sí es mucho más difícil, porque tras el veto a las jubilaciones, la imagen de Milei se derrumba entre los mayores de 60.
Un dato alarmante para Milei es que los encuestados ya empiezan a responsabilizarlo por la situación social y económica. La inquietud es que pasan los meses y no se ve la luz al final del camino.
El ajuste golpeó a toda la sociedad, pero hizo estragos en los sectores más bajos y hasta los sectores medios, que comenzaron a dudar sobre el futuro. La esperanza pasó primero a incertidumbre y ahora, en muchos, ya es pesimismo.
Hoy Milei sólo tiene balance positivo entre los de altos ingresos.
Para peor, desde Roma llovieron críticas contundentes. El papa Francisco criticó severamente la represión a las manifestaciones de jubilados diciendo que prefieren gastar en gas antes que en el ingreso de los mayores. Por si fuera poco, dejó flotando el tema de la existencia de corrupción en el gobierno. Durísimo.
Atención, en este mensaje hay que leer dos cosas más, junto a las críticas a Milei. Primero, que no hay posibilidades de que el Papa visite el país en esta situación. Y segundo, es un mensaje para las autoridades de la Iglesia Católica en la Argentina que tienen que empezar a denunciar la situación y defender públicamente a los más castigados por este ajuste.
Tras el mensaje de Francisco, no es arriesgado pensar que en los próximos días la Iglesia se manifieste con dureza contra el gobierno si hay represión en las calles a las manifestaciones de jubilados, trabajadores o estudiantes.
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