Esta semana se retomará el diálogo en el sector minero con el Gobierno. Luego de que Luis Lucero fuese designado como secretario de Minería en reemplazo de Flavia Royon, que se alejó hace casi dos meses, se reabre el diálogo y las expectativas de la industria minera.
El primer contacto formal de Lucero con los representantes de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), encabezadas por su presidente Roberto Cacciola, se dará este jueves en una reunión acordada como punto de partida de una nueva relación de diálogo que permita desandar la amplia agenda de temas que involucran también a las provincias dueñas de los recursos.
Según publicó el portal Mejor Energía, las empresas tienen una “renovada expectativa” ante “cambios macroeconómicos y de seguridad jurídica que generen las condiciones adecuadas para las inversiones millonarias que requiere el desarrollo de la cartera de proyectos que tiene la Argentina en litio, cobre, oro y plata”, entre los más importantes.
Condiciones, señalaron que podrían transformarse en una herramienta esencial para concretar las inversiones necesarias para poner en marcha en corto plazo la construcción de proyectos avanzados, particularmente, en litio y cobre que podrían generar exportaciones hacia fines de la década por sobre los USD 25.000 millones.
Ley de Inversiones mineras
Pero las empresas advierten la necesidad del respeto y cumplimiento de la Ley de Inversiones Mineras. Y resaltan el camino que las medidas que se han adoptado tanto en el DNU 70 como en el proyecto de Ley Bases han esbozado.
Desde el sector empresarial, según sindica Mejor Energía, “entienden que en la acción coordinada de las provincias, la Nación y el sector empresario se podrá iniciar el camino para que la minería definitivamente se ponga en marcha, con un impulso no solo a los proyectos de litio que es la nueva estrella en el marco de la transición energética local, sino que se extiende al portfolio de proyectos de cobre, a la minería del oro, de la plata y de la tercera categoría como se conoce a los materiales de construcción y ornamento”.
Con este objetivo bien definido que permitirá multiplicar los actuales 34.000 puestos de trabajo formales directos -la mayor cifra de la historia reciente del sector minero- y los 80.000 empleos contando los indirectos, la discusión dura se dará en las condiciones adecuadas para lograr las metas de producción y exportaciones para finales de la década.
Un capítulo que se considera clave es el respeto de la Ley de Inversiones Mineras que desde mediados de los 90 prometió 30 años de estabilidad fiscal, cambiaria y aduanera para cada nuevo proyecto que decidiera invertir en el país, y que a pesar de que sólo se pudo cumplir en pocos momentos de la historia reciente permitió la concreción de los mayores proyectos mineros con que cuenta la industria nacional.
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